18/10/2016

Argentina

La FAO recomienda alimentos que no se consumen en Argentina

El 15 de octubre fue el Día Mundial de la Alimentación y se destacó la importancia de consumir alimentos que bajan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o anemia.

El 15 de octubre fue el Día Mundial de la Alimentación y uno de los alimentos más recomendados por los especialistas, es muy poco consumido por los argentinos.

 

La ONU declaró 2016 como el 'Año Internacional de las Legumbres' pero, a pesar de que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostiene que son uno de los alimentos más nutritivos, en Argentina apenas se consumen.

 

La FAO explica que las legumbres son bajas en grasas y sodio, no tienen colesterol y suponen "una fuente excelente de proteínas de origen vegetal", así como de hierro y potasio. Esos frutos o semillas tampoco contienen gluten natural y su índice glucémico es bajo.

 

Todos estos atributos ayudan a que las legumbres reduzcan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o anemia y mejoren las funciones digestivas, musculares y del sistema nervioso. Además, el organismo de la ONU apunta que se pueden "almacenar durante mucho tiempo", algo que permitiría "ayudar a diversificar las dietas, especialmente en los países en desarrollo".

 

A pesar de todas estas virtudes, existen varios países donde el consumo de legumbres es muy escaso. A diferencia de otras naciones de América Latina, donde están muy incorporadas a la gastronomía local, en Argentina casi no se comen lentejas, porotos o productos similares.

 

Julio Montero, médico nutricionista y expresidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios, explicó al diario 'La Nación' que, "si bien la mayor parte de las calorías" que ingiere la población argentina "son de origen vegetal (expresadas como 'trigo'), no provienen sustancialmente de tejidos vegetales —legumbres, hortalizas y frutas—, sino de subproductos de cereales, cuyo consumo se viene incrementando".

 

Este especialista también detalló que, en las últimas décadas, esa tendencia se ha ido acrecentando. Así, "harinas más azúcares son contribuyentes mayores" de "más de 2/5 de las calorías totales", que podrían llegar a la mitad "si se les suman las calorías vacías de los tubérculos feculentos", mientras que "hortalizas, legumbres y frutas cedieron su espacio a los derivados de los cereales (harinas) y a los azúcares".

 

Esta circunstancia genera una dieta desequilibrada, donde se consumen alimentos muy calóricos, pero faltan nutrientes esenciales.


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