15/01/2017

Argentina

Preocupante

Detectaron otra especia de mosquito que transmite el dengue, la chikungunya y el zika

Se trata de una subespecie selvática que habría sido introducida desde Africa en barcos de carga. Fue identificada en Salta, Misiones y Buenos Aires.

Hasta el momento, en la Argentina se conocía la existencia de la forma doméstica del Aedes aegypti, el mosquito que transmite el dengue, la chikungunya, el zika y la fiebre amarilla. Sin embargo, esta semana, investigadores del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (Cepave) del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata hallaron en el país una subespecie selvática que habría sido introducida desde Africa en barcos de carga. Un caso único en el mundo que explicaría la capacidad invasiva del insecto producto del entrecruzamiento entre la especie autóctona y la extranjera.


Para el estudio, investigadores recogieron muestras de mosquitos en Salta (Aguaray), Misiones (Posadas y Puerto Iguazú) y provincia de Buenos Aires (La Plata). En todos los casos encontraron una mezcla genética de dos subespecies: Aedes aegypti aegypti (Aaa), la forma doméstica del mosquito, y Aedes aegypti formosus (Aaf), una forma selvática de origen africano subsahariano. Ambas subespecies pueden copular, hibridar y generar descendencia.


Según la doctora María Victoria Micieli, investigadora del Cepave, la Argentina es el único lugar del mundo fuera de Africa con evidencia de que el Aedes aegypti formosus es un ancestro reciente de todas las poblaciones de mosquitos estudiadas. Sobre los efectos de este entrecruzamiento, la investigadora del Conicet dijo a Perfil: “El mosquito ya de por sí es un insecto peligroso por su variabilidad, y esto, con el subtipo selvático puede traer otras consecuencias, pero la peligrosidad en sí misma ya está. No hemos hecho estudios de resistencia a insecticidas, pero sí estamos detrás de ver qué implicancias puede tener en la población humana”.


En 1970 hubo una campaña grande de erradicación del mosquito Aedes en Sudamérica. Sin embargo, quedaron algunas poblaciones vivas con una distribución muy reducida. “Por eso no se sabe si es anterior o posterior a esa campaña de erradicación porque el mosquito reingresa a la Argentina en el año 86 por Formosa y Misiones”, explicó Micieli.


"La rápida y altamente exitosa adaptación al ambiente humano de este mosquito y su subsecuente dispersión en el mundo es prueba de la flexibilidad adaptativa que esta variación genética le confiere", añadió. Esta adaptabilidad “es lo que se nos presenta como un reto para el control de esta especie invasiva”, afirmó Micieli.


El trabajo de Micieli formó parte de una investigación internacional liderada por Jeffrey Powell, de la Universidad de Yale, e incluyó a 79 poblaciones de Aedes aegypti, provenientes de treinta países de seis continentes, para conocer patrones de invasión de la especie. “Contar con una base de datos sobre la diversidad genética de estos mosquitos no sólo será útil para determinar el origen probable de nuevas introducciones, sino que también tiene importantes implicancias en lo que se refiere al diseño racional de nuevas metodologías para su control”, concluyó la investigadora.





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