22/01/2017

Argentina

Elecciones 2017

La UCR y el massismo, las bancadas más comprometidas en la renovación del Congreso

En diciembre terminan su mandato 127 diputados y 24 ­senadores. El PRO buscará crecer en representativadad y el peronismo al menos mantener sus números.

La Constitución dispone­ que cada dos años se renue­ven la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Esto sig­nifica que en diciembre terminan su mandato 127 diputados y 24 ­senadores.

 

Entre las bancadas más comprometidas del Congreso, porque tienen más integrantes que deben retirarse que los que se quedan hasta 2019, están las del radicalis­mo y las del massismo. Las eleccio­nes legislativas de este año serán una prueba de poder para ambos sectores y otros más debilitados.

 

En el bloque radical de Diputados, el 55 por ciento de sus integrantes terminan su mandato en diciembre, mientras que en el PRO sólo el 33 por ciento. Por eso la UCR reclamará más puestos destacados en las listas de Cambiemos. Y esta será una de las discusiones internas y de corte federal salientes en el oficialismo este año, porque el macrismo hará pesar su linaje presidencial.

 

En ese contexto, la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, debe dejar el Congreso en diciembre próximo, a menos que decida renovar su banca o pelear por una en el Senado, por la provincia de Buenos Aires. Al igual que los radicales, la chaqueña tampoco se quedará de brazos cruzados: en 2015, siendo entonces precandidata presidencial, denunció el “destrato y la desconsideración” de parte del PRO y lanzó sus propias listas de postulantes al Congreso.

 

El presidente del Comité Nacio­nal de la UCR, José Corral, dijo a este diario que “dentro de Cambiemos el radicalismo quiere crecer” y resaltó que “en la gran mayoría de las provincias las personas más representativas de Cambiemos son radicales”. Sin perjuicio de la situación del bloque de la UCR, la del interbloque Cambiemos, integrado por los radicales, los macristas y la CC-ARI es consecuente con la ley: de sus 87 diputados renuevan 41, poco menos de la mitad. Mejor es el caso del Frente para la Victoria-PJ, espacio que renueva 32 de sus 72 bancas.

 

En cambio, el panorama es más complicado para Sergio Massa: el hombre fuerte de la oposición en Diputados lidera el interbloque federal Unidos por una Nueva Argentina (UNA), que debe renovar el 54 por ciento de sus bancas (20 de 37). Sin embargo, la mayoría de los integrantes de este espacio representa a la pro­vincia de Buenos Aires, bastión del exjefe de Gabinete kirchnerista.

 

Con todo, Massa tendrá el desafío de enfrentar a Cambiemos en el distrito electoral más importan­te del país, ahora gobernado por el PRO, y a la lista que surja del peronismo, que tras la derrota electoral de Daniel Scioli y la salida de Cristina Kirchner del poder busca un nuevo referente. El excandidato presidencial de UNA en 2015 pretende conservar y aumentar sus filas en el Congreso para seguir siendo uno de los líderes de la oposición, con vistas a 2019.

 

El núcleo duro massista –es decir los integrantes del bloque que preside Graciela Camaño– está compuesto por 23 diputados, de los cuales 10 deben renovar su banca, entre ellos el propio exintendente de Tigre, quien podría meterse en la pelea bonaerense por una banca en el Senado o directamente no presentarse como candidato. En el Frente Renovador esquivan una definición al respecto. “Lo decidirá Sergio y será más adelante”, dijeron.

 

El Bloque Justicialista, que lidera el exkirchnerista Diego Bossio –el otro gran aliado opositor de Cambiemos en Diputados–, debe renovar 8 de sus 17 bancas. Su evolución o involución está atada a los armados provinciales del peronismo no kirchnerista.

 

En Diputados la peor situación es la del espacio Progresistas, que integran el socialismo, Libres del Sur y el GEN, porque renuevan el 87 por ciento de sus integrantes 
(7 de 8). Entre ellos, Hermes Binner y Margarita Stolbizer, además del tucumano Federico Masso. Sólo Victo­ria Donda tiene mandato hasta 2019.

 

Progresistas es un espacio menguado del viejo Frente Amplio Progresista (FAP), que llevó a Binner de candidato presidencial en 2011, y se enfrenta a dos problemas para subsistir en la primera línea de la política nacional: por un lado, la alianza que Stolbizer forjó con Massa es resistida por un sector importante del socialismo –encabezado por el exgobernador santafesino Antonio Bonfatti, quien sería candidato a diputado nacional–, y por el otro, Libres del Sur logró aumentar su representación en Diputados gracias a acuerdos provinciales con el radicalismo, que ahora formará frentes electorales con el PRO.

 

En el Senado, en cambio, la situación para el oficialismo seguirá siendo adversa en términos de mayorías, porque el bloque PJ-Frente para la Victoria, que lidera el rionegrino Miguel Ángel Pichetto e integran 38 de los 72 senadores, renovará sólo el 38 por ciento de sus bancas. Esto es más de un tercio, pero significa de todas maneras que para los últimos dos años de la presidencia de Mauricio Macri esta bancada seguirá siendo cuanto menos la primera minoría, porque de piso contará con 22 senadores más los que se sumen en diciembre.

 

Cambiemos tiene mucho por crecer en la Cámara Alta: sólo renueva el 20 por ciento, tres de 15. Los tres son radicales: la jujeña Silvia Giacoppo, el santacruceño Alfredo Martínez y el formoseño Luis Petcoff Naidenoff.

 

Para sumar escaños en el Senado en su afán de ganar gobernabilidad, el Gobierno deberá poner su empeño en conquistar bancas de las ocho provincias que eligen senadores: Buenos Aires, Jujuy, Formosa, Santa Cruz, Misiones, San Luis, San Juan y La Rioja. De ellas, solo dos están gobernadas por oficialistas, la bonaerense macrista María Eugenia Vidal y el jujeño radical Gerardo Morales. El resto de los mandatarios provinciales son opositores. (La Voz del Interior)





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