El relato de un tucumano que vivió desde adentro la tragedia de Olavarría

A las 8:30 de la mañana Raúl Eduardo Delgado está arriba de un colectivo aun sin poder salir de la ciudad bonaerense de Olavarría, donde hace ya ocho horas que terminó el recital del Indio Solari al que asistieron alrededor de 300 mil personas, una cifra inédita que produjo serios problemas y desbordes por lo que al menos dos personas murieron, seis fueron internadas y al menos 120 permanecen desaparecidas.

Miles tucumanos viajaron a la provincia de Buenos Aires para el recital, todos ellos se encuentran sanos y salvos ya regresando. "Raly" es uno de ellos, es docente y uno de los pocos afortunados que puede decir en la mañana de este domingo que aun cuenta con batería en su teléfono celular para relatar a El Diario 24 lo que sucedió allí.

"Ví cuando el Indio paro todo al tercer tema diciendo que había gente desmayada, que los iban a pisar. No sabia si estaban desmayados o borrachos pero debían sacarlos" cuenta. "¿Dónde está defensa civil" fue el reclamo de Solari en ese momento, visiblemente enojado.

Esto demoró varios minutos en los que el ex Redondo "les volvía a pedir que se corran porque debían sacar a esos muchachos". Indio insistía en que "se dejen de joder" porque frente al escenario el pogo se volvía cada vez más denso. El recital se reanudó pero en el quinto tema se volvió a interrumpir por los mismos motivos.

"Uno de seguridad gritaba que se corran tres metros hacia atrás" cuenta Raúl. "Es lo que necesitamos para sacarlos" imploraba el hombre de la organización porque al parecer había personas contra las vallas.

Después el recital siguió aunque la banda tocó menos temas de los previstos debido a los problemas, incluso periodistas cercanos afirman que se modificó la lista para tocar canciones más "tranquilas" y evitar exaltar aun más a la multitud.

La salida también estuvo llena de complicaciones, la multitud se vio obligada a dejar el predio por un camino muy angosto, los lugares de ingreso estaban increíblemente cerrados, por lo que muchos optaron por meterse a los patios de las casas vecinas o escapar por los techos para evitar la asfixia o el aplastamiento. También cuentan que un grupo tuvo que tirar abajo una pared de madera colocada como contención para aliviar la presión de la gente.

Testigos afirman también que muchas personas ingresaron sin la entrada, aunque horas antes desde la organización habían informado que se seguirían vendiendo tickets, que no se agotarían pese a la insólita demanda. ©ElDiario24

#IndioEnOlavarria: el ingreso a la ciudad por Pringles está colapsado https://t.co/9suLlBVa94 pic.twitter.com/NuQktXzIxN

— En Linea Noticias (@EnLineaWeb) 12 de marzo de 2017