13/03/2017

Tucumán

Alperovich almorzó con Frigerio y se presentó como el líder del peronismo tucumano

El senador le transmitió un mensaje de unidad al ministro del Interior que intenta resolver el rompecabezas macrista local de cara a las elecciones.
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El ministro del Interior le pidió al ex gobernador su opinión sobre los hombres de Macri en la provincia. Foto @JalperovichOK

El ex gobernador de Tucumán y actual senador nacional José Alperovich mantuvo un discreto pero importante encuentro con el ministro del Interior y armador de Cambiemos Rogelio Frigerio, en el que el primero intentó aceitar la relación del Gobierno con su sucesor Juan Manzur y, sobre todo, transmitió un mensaje de unidad y potencial electoral claro a uno de los hombres de Macri que debe terciar en el armado de las listas en la provincia.


Tras ello, quizá un tanto preocupado, Frigerio convocó a la ex dupla Cano-Amaya, hoy más distantes que cercanos y con perspectivas distintas en lo que refiere a la próxima competencia por las bancas


Según el columnista de La Gaceta Fernando Stanich, durante febrero fueron los dos mitines del ministro, el primero significativamente con el hombre más influyente que tuvo el kirchnerismo en esta provincia en los últimos 12 años.


En Buenos Aires, y con el viceministro del Interior Sebastián García de Luca como único testigo, Frigerio y José Alperovich almorzaron entre diagnósticos políticos, sonrisas y chanzas. El funcionario macrista y el senador son dos viejos conocidos, más allá del rol que ocupa hoy cada uno. Sobre la base de esa vieja relación, el ex gobernador gestionó la reunión. Ante Frigerio, Alperovich se presentó como el jefe político del justicialismo tucumano, y reclamó al ministro un mejor trato de la Nación hacia su sucesor en la Gobernación, Juan Manzur. Ofreció, a cambio, “reciprocidad” de la Provincia, a sabiendas de que el macrismo necesita votos en el Congreso.


Luego, Frigerio habría indagado al senador acerca de la realidad de los prohombres del Presidente en Tucumán. Puntualmente, acerca del radical José Cano y del peronista díscolo Domingo Amaya. Alperovich no hizo ninguna valoración seria, más allá de transmitir su sensación de que las caminatas dieron sus frutos a Amaya, pero sí le dijo a su interlocutor -mitad en broma y mitad en serio- que a cualquiera de los dos les ganaría y que, en los comicios de este año, el oficialismo local obtendrá tres de las cuatro bancas de diputados que se renuevan.


Así las cosas, semanas después Frigerio organizó en su despacho una cumbre con tonada tucumana entre el titular del Plan Belgrano y el secretario de Vivienda, con García de Luca como oidor. Siempre según el columnista, Cano fue el que con menos expectativas llegó a ese encuentro, y a los pocos minutos de charla hizo la salvedad de que todo lo relacionado con el armado electoral en el interior será resuelto por la cúpula de la UCR, y no dentro de un despacho. Esto, a colación de lo que hoy mantiene en tensión a Cambiemos: la conformación de las listas. El mensaje del ministro es claro, para ganar las elecciones de agosto y de octubre será necesario que jueguen todos. Y fuerte.


La citación de Frigerio a los macristas tucumanos se dio luego de varias semanas de quejas cruzadas entre los ex compañeros de fórmula a la Gobernación. Amaya, con la venia del ministro, camina desde el año pasado el interior tucumano, y está decidido a ser candidato en las PASO. Cano, en cambio, está en la otra posición. En ese contexto, las recorridas de Amaya son motivo de rezongo permanente dentro de ese desmadre que es hoy Cambiemos en Tucumán.


Hay radicales que se pelean entre ellos para ver quién puede ser, en caso de que Cano finalmente no sea candidato, otros que demandan a Amaya porque no los hace partícipes de sus periplos por barrios y pueblos y están aquellos ligados a la senadora Silvia Elías de Pérez, que advierten que no trabajarán para un peronista. En el medio, los macristas sienten el derecho de estar en la lista pero no saben cómo despegar; el espacio del díscolo Ariel García amenaza con entorpecer al canismo y el intendente Germán Alfaro se hace a un lado: en la última reunión de Cambiemos, advirtió que si Cano y Amaya se enredan en disputas estériles él no jugará para ningún sector.


Esto, mientras la alianza nacional naufraga entre la falta de definiciones de la Casa Rosada sobre el rumbo electoral y los vicios internos que la aquejan, a lo que se suma la amenazante nube alperovichista erigida por oficialismo local.

(Con información de La Gaceta)




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