12/02/2018

Argentina

Habló el jefe de la Policía Federal: "Hay una realidad, si me tiran, voy a responder"

Néstor Roncaglia se refirió al caso del policía Chocobar y opinó sobre la nueva doctrina de seguridad que busca imponer el Gobierno nacional para las fuerzas armadas.
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Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal.

El jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), Néstor Roncaglia, opinó sobre el polémico accionar del efectivo Luis Chocobar y la nueva doctrina de seguridad que busca imponer el Gobierno nacional para las fuerzas armadas.

"En la Policía Federal sabemos cómo debemos actuar. Muchas veces había una sensación de que se apoyaba más al victimario, al que delinquía, pero desde que ingresamos a la institución policial nos enseñan cuáles son nuestras funciones, derechos y obligaciones frente a los hechos delictivos", señaló Roncaglia en declaraciones a radio Delta.

"En la Policía Federal no se enseña ir a quitar la vida porque la vida es un bien muy preciado. Sabemos que nuestra función es compleja y delicada, y que muchas veces estamos ante situaciones violentas, que somos agredidos", subrayó el abogado.

El jefe de Policía se metió de lleno en la polémica que surgió luego que Chocobar fuera recibido y respaldado por el presidente Mauricio Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a pesar de estar procesado por un "homicidio con exceso en la legítima defensa", al haber matado a balazos al joven de 18 años Juan pablo Kukoc, quien asaltó y apuñaló a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca.

En ese marco, Roncaglia aclaró que la "tarea" de los efectivos es "defender la vida de los demás" y luego la propia, pero advirtió que "muchas veces" se da "esta situación donde se producen enfrentamientos", donde se pone en juego la "defensa de uno o la defensa de terceros".

"Hay que partir de la base que nadie quiere la muerte de un policía, ni de un tercero, ni de un delincuente. Pero hay una realidad, si me tiran, voy a responder", afirmó.

Hoy el expediente se tramita en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, donde está pendiente una apelación de Chocobar. "Muchos pormenores de la causa no conozco, pero había dos personas que estaban huyendo y se veía a una sola", deslizó Roncaglia, y recordó un reciente robo a una farmacia donde un ladrón huyó, el policía lo persiguió y otro delincuente le disparó cinco balazos por la espalda. "Quedó paralítico, pero salvó su vida. Son situaciones difíciles. Hay que ponerse en el lugar del policial, son situaciones violentas, no provocadas, para juzgar hay que ponerse en el lugar del otro", indicó.

En 2003 el jefe de la PFA protagonizó un enfrentamiento armado en su casa con tres delincuentes. "Como policía no puedo dudar, porque si dudo, muero. Pero el policía no provoca la situación. Es un tercero que interviene. El caso de Chocobar estaba franco y se estaba yendo a su trabajo. Si lo vemos de un costado se podía haber ido, dicho que su trabajo estaba en Avellaneda y que se iba a su casa, pero decidió intervenir y se encontró con esta situación", expresó el comisario general.

"Los disparos en la espalda siempre llaman la atención, pero a lo mejor pudo haber trastabillado o querido tirar a las piernas y tiró más arriba. Hay muchas situaciones, hay que analizar caso por caso", aseveró.

"Como integrantes de la institución no tenemos una carta blanca a salir a disparar. Nuestros hombres están preparados, no tenemos que andar a los tiros por todos lados. Después de una preparación intensa, el Estado deposita en nosotros un arma y la tenemos que utilizar cuando tengamos que utilizarla", advirtió.

Asimismo, repudió el entretamiento policial que terminó con la vida del cadete Emanuel Garay, de 18 años, en La Rioja. "En la capacitación e instrucción policial, que no hay que confundir con la instrucción militar, la preparación física es necesaria y es una cuestión de supervivencia, pero pasar la línea delgada de por qué no darle agua. Antes era más intenso, ahora en nuestra escuela de cadetes hay una exigencia física, pero no lo podemos privar de los derechos del hombre: darle un vaso de agua. Esto fue un extremo y no estoy de acuerdo", sostuvo, y agregó que el adiestramiento no debe ser un "sometimiento del hombre por el hombre".




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