24/06/2018

Argentina

Algunos quemaron muñecos y los más fieles caminaron sobre brasas en la Noche de San Juan

La festividad religiosa, de origen pagano, cada vez se vuelve más convocante hasta transformarse en una fiesta popular.
Algunos quemaron muñecos y los más fieles caminaron sobre brasas en la Noche de San Juan | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Entre demostración de fe y festividad de moda, la Noche de San Juan se vuelve cada vez más popular.

La noche del sábado se celebró la Noche de San Juan, una celebración que se vuelve cada vez más popular.

El origen de esta tradición es pagano -y mucho más antiguo que su celebración cristiana- y se basaba en la conmemoración de la llegada del día más largo del año, con el solsticio de verano en el hemisferio norte, con un gran arraigo en países como España, Portugal, Noruega, Suecia, Finlandia o Dinamarca. En América Latina, en países como Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Puerto Rico o Venezuela, la noche de San Juan también está asociada a vetustas tradiciones y leyendas.

Para conmemorar el día más largo del año, lo tradicional era encender hogueras para purificar el Sol y darle fuerza ya que a partir de ese día, todos los días irían haciéndose más cortos (o más débiles) hasta llegar al siguiente solsticio, el solsticio de invierno con la llegada de la noche más corta del año.

Una vez que nació el cristianismo, muchas tradiciones paganas fueron absorbidas por el calendario cristiano y la conmemoración de la noche más larga del año fue asociada a un evento puramente cristiano: el nacimiento de San Juan Bautista que según la Biblia, tuvo lugar el 24 de junio.

Como curiosidad, se trata del único santo por el que se celebra una festividad en el día de su nacimiento, ya que lo habitual es festejar el aniversario de sus muertes o el traslado de sus reliquias.

En el pueblo de Cochinoca se realiza la tradicional "quema de pecados" que consiste en pasar caminando descalzos sobre brasas ardientes tres veces a viva voz de "­Viva San Juan!". Dicen que si se hace con fe y devoción no se quemarán los pies.

Se cree que esta tradición nació hace más de 50 años como un acto de sacrificio y para pedir bondades a San Juan Bautista, como por ejemplo una mejor producción de corderos, ya que el santo venerado es su patrono.

Para la realización de la caminata por tres metros sobre las brasas ardientes, los presentes lo hacen de forma voluntaria, desde niños hasta ancianos y lo recomendado por los feligreses locales es que lo hagan por tres años consecutivos. Luego de una intensa fogata, las brasas son desparramadas y tras una oración de un anfitrión inicia con el "­Viva San Juan!" con el aplauso de los presentes. Al finalizar los presentes se dirigen a las puertas de la iglesia para recibir la bendición de agua.

 




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