20/08/2018

Argentina

"Me quisieron quebrar y no han podido", dijo Milagro Sala

Fue trasladada a su casa de El Carmen para cumplir prisión domiciliaria y levantó una huelga seca iniciada hace diez días. La dirigente alertó que no dejan que sus médicos la atiendan.
Me quisieron quebrar y no han podido, dijo Milagro Sala | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

La líder popular no le otorga a Morales el quiebre de su voluntad.

El sábado, Milagro Sala fue trasladada de la prisión federal de General Güemes, en Salta, a su casa de El Carmen, en Jujuy, para cumplir prisión domiciliaria, tal como lo indica la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Pese a que el juez Pablo Pullen Llermanos ordenó el traslado a otro domicilio, la dirigente de la Tupac Amaru puso frin a la huelga seca que había comenzado hace 10 días, en protesta.

"Estoy contenta y con bronca. Contenta porque ya no estoy en la cárcel, pero con bronca porque la domiciliaria tenía que ser en mi casa de Cuyaya y no acá, es como si me trasladaran a otra cárcel", explicó Sala. "Pareciera que no tiene la capacidad para poder entender los escritos de la Corte Suprema. Si no entiende los fallos no se qué hace como juez, habría que preguntarle dónde estudió abogacía", agregó.

La dirigente contó que no dejan que sea atendida por sus médicos, que "mi familia ha decidido que me atiendan médicos que no sean de la provincia, para que no sean apretados, puedan trabajar tranquilos y ver qué me está pasando realmente sin entregar falsos diagnósticos". Según explicó, "no dejan que me vean mis médicos porque dicen que tienen que estar matriculados en Jujuy. Pero matricularse en Jujuy demora seis meses. Lo que significa que yo en seis meses no voy a tener atención médica".

Sala alertó que "acá en Jujuy, médico que me viene a ver es amenazado por Gerardo Morales, es amenazado por los Pullen Llermanos y por la familia Falcone" y agregó que "Morales siempre manda a dos o tres patovicas, o a su apretador que se llama José Luis Estrada, a amenazar para que no me atiendan".

Tras el traslado, Sala está bajo custodia estricta de Gendarmería y las visitas sólo podrán ingresar bajo autorización del juez Llermanos. "Él tiene que ver todo el listado de visitas y firmarlo para decidir si pueden pasar o no y con la familia es lo mismo. Seguimos con las 24 cámaras de vigilancia, con los 26 gendarmes y con toda la casa rodeada de alambre de púa y custodiada. Siguen siendo las mismas condiciones que la vez pasada, pero ahora está el tema de los médicos". (politicargentina.com)











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