15/11/2018

Argentina

El submarino ARA San Juan lleva desaparecido un año: ¿Qué se sabe sobre él?

Dos días después de zarpar, el submarino se comunicó con la Armada donde el capitán del submarino informó el miércoles 15 la existencia de “un principio de avería” en el sistema de baterías.

Qué se sabe a un año de la desaparición del ARA San Juan
PRIMER ANIVERSARIO
Hoy se cumplen 365 días de la última vez que el submarino se comunicó con la Armada Argentina. Ayuda internacional sin resultados, una implosión y una búsqueda paralizada hasta febrero del 2019.
 15 Nov 2018 - 09:38
Hoy se cumple el primer aniversario de la desaparición del Ara San Juan. Foto: Infobae.-
El miércoles 15 de noviembre de 2018 el submarino argentino ARA San Juan realizaba su última comunicación con la Armada Argentina.
A 365 días de esa conexión radial aún no hay rastro de la nave en la que viajaban 44 tripulantes, entre ellos dos marinos tucumanos. Ayuda internacional que se fue apagando con el correr de los meses, una implosión que acabó con las esperanzas y misiones privadas para dar con el paradero de submarino fue lo que transcurrió a lo largo de estos 12 meses.
Recorrido, última comunicación y desaparición
El ARA San Juan  construido en Alemania en 1985. En 2004 se le realizó una reparación denominada "de media vida". Un comunicado de aquel momento afirmaba que los arreglos extenderían la vida del navío por 30 años.
La nave zarpó el lunes 13 de noviembre de 2017 desde la Base Naval Ushuaia con destino a Mar del Plata. A la altura del Golfo San Jorge, 432 kilómetros mar adentro, el submarino se comunicó con la Armada donde el capitán del submarino informó el miércoles 15 la existencia de “un principio de avería” en el sistema de baterías.
Debido al punto donde habría desaparecido el área de búsqueda posterior a su desaparición abarcó 482.507 kilómetros cuadrados. Las condiciones climáticas a una semana de su desaparición –fuertes vientos y olas de hasta seis metros de altura- no contribuyeron a las tareas en los días claves para el rastrillaje.
La noticia, que recorrió el mundo en pocas horas provocó que Argentina contara con la colaboración de nueve países: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Brasil, Francia, Alemania, Perú, Chile, Colombia y Uruguay. Sin embargo con el transcurrir de las semanas los países comenzaron a retirar su colaboración ante los nulos resultados.
La embarcación rusa Yantar fue la última en prestar servicio, abandonando sus tareas en mar argentino el 3 de abril de este año.
Implosión
El 23 de noviembre el vocero oficial de la Armada, Enrique Balbi, a través de un parte de prensa informaba que el 15 de noviembre se había registrado “un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión”.
Esto coincidió con un informe elaborado por un experto de la Inteligencia Naval de los Estados Unidos. Este sostuvo que el ARA San Juan implosionó el día de su última comunicación a unos 388 metros de profundidad, lo cual provocó la “muerte instantánea” de los 44 tripulantes y la destrucción total de la nave, que luego “se hundió verticalmente a una velocidad estimada de entre 10 y 13 nudos (18 a 24 kilómetros por hora)”, según informó Página 12. El reporte fue publicado por el diario francés Le Monde y se realizó en base al análisis de la información recolectada por los micrófonos hidroacústicos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (Ctbto, por sus siglas en inglés).
Trabajos de búsqueda
En agosto de este año el Gobierno Nacional, y tras meses de idas y vueltas, con pedidos de los familiares para que la búsqueda se reactive, el Gobierno Nacional oficializó en agosto la contratación de la empresa privada Ocean Infinity para que se encargue de encontrar al ARA San Juan.
Luego de diseñar nuevas áreas de barrido que fueron recorridas sin resultados, la semana pasada la compañía informó que el viernes 16 de noviembre la búsqueda se suspenderá hasta febrero. La razón principal es que el barco noruego Seabed Constructor, que encabeza la búsqueda desde comienzos de septiembre en el Mar Argentino, deberá ir rumbo a Sudáfrica para ser sometido a reparaciones.
Seabed Constructor. el barco encargado de la búsqueda del submarino argentino: Foto: La Nación.- 
Los tripulantes
Pedro Martín Fernández y Luis Esteban García son los tripulantes tucumanos que desde hace año faltan en sus casas. Sus esposas e hijos no pierden la esperanza de que, alguna vez, el Gobierno nacional pueda cumplir su promesa de encontrar la nave y los restos de sus seres queridos.
Además de Fernández y García con ellos viajaban en la nave:

El miércoles 15 de noviembre de 2018 el submarino argentino ARA San Juan realizaba su última comunicación con la Armada Argentina. A 365 días de esa conexión radial aún no hay rastro de la nave en la que viajaban 44 tripulantes, entre ellos dos marinos tucumanos

El ARA San Juan fue construido en Alemania en 1985. En 2004 se le realizó una reparación denominada "de media vida". Un comunicado de aquel momento afirmaba que los arreglos extenderían la vida del navío por 30 años.

La nave zarpó el lunes 13 de noviembre de 2017 desde la Base Naval Ushuaia con destino a Mar del Plata. A la altura del Golfo San Jorge, 432 kilómetros mar adentro, el submarino se comunicó con la Armada donde el capitán del submarino informó el miércoles 15 la existencia de “un principio de avería” en el sistema de baterías.

Debido al punto donde habría desaparecido el área de búsqueda posterior a su desaparición abarcó 482.507 kilómetros cuadrados. Las condiciones climáticas a una semana de su desaparición –fuertes vientos y olas de hasta seis metros de altura- no contribuyeron a las tareas en los días claves para el rastrillaje.

La noticia, que recorrió el mundo en pocas horas provocó que Argentina contara con la colaboración de nueve países: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Brasil, Francia, Alemania, Perú, Chile, Colombia y Uruguay. Sin embargo con el transcurrir de las semanas los países comenzaron a retirar su colaboración ante los nulos resultados.

La embarcación rusa Yantar fue la última en prestar servicio, abandonando sus tareas en mar argentino el 3 de abril de este año.

El 23 de noviembre el vocero oficial de la Armada, Enrique Balbi, a través de un parte de prensa informaba que el 15 de noviembre se había registrado “un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión”.

Esto coincidió con un informe elaborado por un experto de la Inteligencia Naval de los Estados Unidos. Este sostuvo que el ARA San Juan implosionó el día de su última comunicación a unos 388 metros de profundidad, lo cual provocó la “muerte instantánea” de los 44 tripulantes y la destrucción total de la nave, que luego “se hundió verticalmente a una velocidad estimada de entre 10 y 13 nudos (18 a 24 kilómetros por hora)”, según informó Página 12. El reporte fue publicado por el diario francés Le Monde y se realizó en base al análisis de la información recolectada por los micrófonos hidroacústicos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (Ctbto, por sus siglas en inglés).

En agosto de este año el Gobierno Nacional, y tras meses de idas y vueltas, con pedidos de los familiares para que la búsqueda se reactive, el Gobierno Nacional oficializó en agosto la contratación de la empresa privada Ocean Infinity para que se encargue de encontrar al ARA San Juan.

Luego de diseñar nuevas áreas de barrido que fueron recorridas sin resultados, la semana pasada la compañía informó que el viernes 16 de noviembre la búsqueda se suspenderá hasta febrero. La razón principal es que el barco noruego Seabed Constructor, que encabeza la búsqueda desde comienzos de septiembre en el Mar Argentino, deberá ir rumbo a Sudáfrica para ser sometido a reparaciones.

Pedro Martín Fernández y Luis Esteban García son los tripulantes tucumanos que desde hace año faltan en sus casas. Sus esposas e hijos no pierden la esperanza de que, alguna vez, el Gobierno nacional pueda cumplir su promesa de encontrar la nave y los restos de sus seres queridos.

Además de Fernández y García con ellos viajaban en la nave:




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