19/10/2019

Argentina

Jon McBride, el astronauta que vino a la Argentina para convencer a los jóvenes de viajar al espacio

Entró a la NASA en 1978 y en 1984 voló en el trágico transbordador Challenger. Hoy es el encargado del programa que forma a los futuros humanos que irán a la Luna y a Marte.
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Jon McBride, el astronauta que vino a la Argentina para convencer a los jóvenes de viajar al espacio

Tiene 76 años y unas ganas enormes de volver al espacio, “su segunda casa”. Se llama Jon McBride y además de haber sido piloto de la marina de los EEUU y astronauta que viajó al espacio en un transbordador espacial, actualmente es jefe del programa de astronautas de la NASA.

“Quiero que me hagan muchas preguntas. Y que el entusiasmo que tiene por los temas espaciales los conversen y contagien a sus amigos. Quiero que todos tengan la oportunidad de conocer el espacio”, lanzó McBride a un auditorio lleno de estudiantes en la sala del Planetario de Buenos Aires, Galileo Galilei.

Y agregó: “Espero que cuando se vayan, empiecen a pensar en estudiar y hacer algo muy especial con sus vidas. Vine a este país porque quería conocerlo y hablar con ustedes, entusiasmarlos a que estudien mucho y se interesen en las ciencias y los temas espaciales. Tal vez algún día puedan ir al espacio como yo, que viví una experiencia única y alucinante”.

“En el espacio me sentí feliz, totalmente entusiasmado de haber cumplido el sueño de llegar allí y ser un astronauta. Fue una de las experiencias más increíbles que viví. Uno flota en el aire, está alegre todo el día y además, tenés una vista hermosa y única de nuestro planeta azul y redondo. Todo ello tenía muy feliz y sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho”, explicó McBride a Infobae.

En julio de 1987 fue nombrado Subdirector de la NASA a cargo de las relaciones con el Congreso en Washington, teniendo bajo su responsabilidad todos los asuntos entre la NASA y el Congreso, además de proporcionar la coordinación y dirección de todas las comunicaciones entre la NASA y sus oficinas con organizaciones de apoyo en el Congreso.

En la actualidad, es el jefe del programa de astronautas del Kennedy Space Center Astronaut Encounter y realiza conferencias y presentaciones motivacionales a nivel corporativo. El programa de astronautas del Kennedy Space Center incluye, entre otras actividades, el encuentro con astronautas, almuerzos, vuelos y demás actividades motivacionales para los más chicos.

Y su visita a la Argentina tiene que ver con esto último: su viaje está enmarcado como el gran cierre anual para un ciclo de actividades organizado por el Planetario en conmemoración del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna.

-¿Cómo es el trabajo de un astronauta en el espacio?

El trabajo de un astronauta es muy rutinario. Se duermen 8 horas y se trabajan 16. Media hora para desayunar, almorzar y cenar. Damos también 16 vueltas a la Tierra cada día, observando los amaneceres y atardeceres cada 45 minutos, dado que hacemos una órbita completa cada 90 minutos.

-¿Qué cosas negativas tiene ser astronauta?

No recuerdo cosas negativas de la NASA durante mi entrenamiento como astronauta o en el espacio. Nunca pasamos un riesgo considerable en el espacio. Sí tuvimos pequeños problemas cotidianos, pero nada que no podíamos resolver. Pero sabíamos que el transbordador espacial era un vehículo muy complejo que despegaba como un cohete y aterrizaba como un avión.

-¿Cuál fue el momento más dramático que vivió?

Un momento duro en mi tiempo como astronauta fue la pérdida de 4 compañeros míos de entrenamiento que viajaron en la misión a bordo del transbordador Challenger, que explotó en 1986. Fue muy difícil todo. Yo iba a ser el comandante del siguiente transbordador a despegar. Pero las misiones se cancelaron y ya después no hubo otra oportunidad.

-¿Cuál es el valor real de la exploración espacial?

Creo que cada uno de nosotros en NASA sabe del valor de la exploración espacial y de los riesgos que ello implica. Y esos valores y conocimientos finalmente llegan a todos nosotros, que vivimos en este hermoso planeta.

-¿Por ejemplo?

La exploración espacial ha tenido y tiene un gran impacto en nuestra vida diaria. Diariamente estamos interactuando con elementos creados para vuelos espaciales o desarrollos tecnológicos que sirvieron para las misiones y luego pasan a integrar nuestra vida cotidiana. Desde los satélites meteorológicos o de comunicaciones hasta la tecnología detrás del celular inteligente que tenemos cada uno en la mano.

-¿Qué consejo les daría a los jóvenes que quieren ser astronautas?

Que estudien mucho. Que terminen el colegio y vayan a la universidad. Que estudien medicina o ciencias. Cuando yo me presenté junto con 18.000 postulantes, sólo seleccionaron a 200. Eligen a los mejores. Por eso hay que estudiar para ser el mejor en lo que elijas.

-¿Cuándo decidió ser astronauta?

Siempre me gustó el espacio y cuando en 1959 Estados Unidos abrió el programa para ser astronauta me dije que era lo que siempre quería hacer.

-Y cuando lo logró, no lo podía creer…

Estaba muy feliz. Todo era maravilloso. En los primeros días pude conocer a siete astronautas que caminaron en la Luna. Ellos eran mis ídolos y estaba conversando sobre el espacio. Fue una sensación única.

-¿Qué les dice a aquellos que piensan que nunca llegamos a la Luna?

Que no sean incrédulos. Hay mucha evidencia de que fuimos a la Luna en 1969 y en cinco misiones más. Experimentos científicos, polvo en las botas, rocas lunares, fotografías de los aparatos instalados por los propios astronautas. Muchas cosas. Además, siempre tuvimos la competencia contra los rusos por llegar primeros. Ellos hubieran sido los primeros en denunciarlo.

-¿Alguna vez vio un OVNI?

Nunca vi algo que no haya podido explicar. Pero sí creo que hay vida más allá de nuestro Sistema Solar. Miles de millones de estrellas, con más de 10 planetas orbitando cada una de ellas, da la esperanza de creer que también hay alguien allí afuera que está dando una conferencia en este momento y explicando que hay vida más allá.

-¿Le gustaría volver al espacio?

¡Me encantaría! Quiero ser el astronauta más grande y romper el récord de John Glenn que fue al espacio con 77 años. Y para redoblar la apuesta, me encantaría viajar a Marte.

-La NASA afirma que iremos a Marte en pocos años

Sobre nuestro próximo objetivo de viajar al planeta Marte, en la década del 80 los ingenieros y científicos hablaban de que ello ocurriría en los 2000. Pero en 2000 comenzaron a hablar para el 2020. Ahora, dicen que será en la década del 2030. Pero todo depende de cuando el Congreso de la Nación nos dé el dinero para afrontar las misiones. No se puede realizar un programa científico complejo como lo es un vuelo espacial a otro planeta sin dinero. A partir del momento en que se apruebe el presupuesto, calculamos que viajaremos en los siguientes 10 a 15 años.

Es bastante costoso ir a Marte, pero las tecnologías que debemos desarrollar para viajar, pagarían luego esa misión. Es una inversión de 2 o 3 veces de retorno con muchos beneficios para la humanidad.

-¿Cómo sería un viaje tripulado a Marte?

Complejo. Se trata de un viaje de casi un año, más un año en la superficie de Marte y otro año para volver. Por eso la complejidad del viaje. Debemos pensar en casi 3 años de misión espacial, con suficiente aire, comida y agua para realizarla, además de combustible y otros miles de cosas a tener en cuenta para una expedición exitosa.

Hasta ahora la única solución pensada por científicos es la de reutilizar y reciclar las cosas que usamos o consumimos. Se llama Sistema Cerrado de Recuperación Ecológica. Luego, esa tecnología de reciclado se podría aplicar a la vida diaria, con la posibilidad de reciclar 100% todo lo que utilizamos, en lugar de enterrarlo o quemarlo, como hacemos ahora, contaminando a nuestro planeta.




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