A un chico de 7 años le trasplantaron un dedo del pie a la mano tras la detonación de un explosivo

Santino Farías tiene 7 años y en julio pasado se encontró, cerca de la casa de su abuela Mirtha Igor, en Lanús, unos "explosivos ferroviarios". Sin saber de qué se trataba con exactitud, la mujer le advirtió que no jugara con eso.

Antes de ir a dormir los tiró en la basura, pero la curiosidad del chico pudo más y en un descuido lo manipuló y el artefacto explotó. "Quedamos todos aturdidos, no veíamos nada", contó Mirtha al periodista de C5N, Mauro Fulco.

Por la explosión, Santino sufrió quemaduras en la cara, el pecho y perdió un dedo de la mano izquierda. Terminó en la guardia del Hospital Posadas, donde le curaron las heridas que sufrió, aunque su mano corría riesgo de ser amputada. "El dedo lo llevamos al hospital en un vaso", relató Estefanía, la mamá del pequeño.

Y un especialista tomó una decisión que finalmente iba a ser salvadora. Los médicos le realizaron una reconstrucción del pulgar con el segundo dedo del pie mediante una técnica de microcirugía y Santino reaccionó de la mejor manera.

El nene está pleno y activo como siempre: corre y mueve su mano con normalidad y su familia feliz de verlo recuperado y sin ninguna limitación. "Se cambia bien y hasta se ata los cordones", relató la abuela.