La deslumbrante historia de la italiana que llevó la chacarera desde Santiago al norte de Italia

Una vez a la semana, cuando salía del trabajo, Elisa Pavin se cambiaba de ropa, se ponía los zapatos altos y se iba a su clase de tango en Bassano del Grappa, al norte de Italia. "Es algo muy popular en todo Europa. Me anoté porque quería aprender a bailar, ya sabía algo de salsa y me fascinó”.

En 2012 quiso vivir la experiencia tanguera completa. “Me saqué un pasaje y viajé a Buenos Aires. Estuve un mes y medio, pude ir a la milonga. En esa estadía descubrí el amplio abanico cultural de la Argentina. Antes de que terminara el año volví y no paré, me anoté en talleres, fui a conciertos gratuitos en el CCK, y presentaciones de libros ”.

Curiosa y fascinada con las tradiciones de la región, armó un viaje por el continente de punta a punta, para aprender a hablar bien el español. Así, Pavin decidió empezar una investigación profunda del rico folclore argentino.

De vuelta en Italia, la experta en marketing y licenciada en turismo no dejó de acudir a sus clases. “Un día, así al pasar, el profesor se sale de la rutina y nos presenta el Chacarera. No nos explica ni su origen, ni sus variaciones, sólo la coreografía con sus pasos básicos. Lo imaginé como un baile divertido….sin conocer su complejidad”.

La primera vez que intentó ponerla en práctica fue en Buenos Aires. “En una de mis visitas me sacó a bailar un chico de Jujuy, improvisé lo que me había enseñado mi profesor en Italia, pero me quedé petrificada por toda la carga emocional y la profundidad que me transmitió”.

“Pero un maestro de tango me dijo: si querés conocer la verdadera chacarera tenés que ir a Santiago del Estero y hablar con Juan Saavedra, toda su familia y los músicos que estaban allá”.

En pleno cambio personal, se tomó un tiempo y planificó su viaje. Entusiasmada con la idea, compró un pasaje de avión con destino a la provincia del norte argentino. Una decisión que implicaría un cambio de vida. “En enero de 2017 viajé por primera vez a Santiago, me recibió la familia Saavedra en su casa. Querían conocer de dónde venía mi fuerte interés por la danza. Me dieron clases de bombo y danza. Pero lo más valioso es que me adoptaron como una más".

Con un efecto magnético inimaginado para Elisa, cada acercamiento a las costumbres nacionales la iban atrapando. Quería poder transmitirlo al mundo, y en especial a los italianos. “Pensé: tengo que crear un blog para generar este puente. Se me ocurrió llamarlo Adentroo! como el grito de inicio de cada baile. Con esta expresión decidí hacer realidad mi sueño”.

-¿Por qué la chacarera y no otro estilo?

-En Santiago del Estero está la cuna de la chacarera, aunque esta danza tiene distintas influencias y orígenes. No se baila igual en Salta, ni tampoco en Buenos Aires, con esa riqueza de variables. Lo que tiene de especial es que hace bien al alma. Hay que sentirla más allá de los pasos de la coreografía, acercarse a su historia y origen. Nace como un ritual y así hay que vivirlo. El folklore argentino entró en mi vida con fuerza, pasé varios meses en Argentina investigando este mundo de muchas facetas y en continua evolución, pero todavía hay mucho por aprender.

Con tanta pasión que le generó la danza, no se pierde ningún evento. Estuvo en el festival Nacional de Folklore de Cosquín y ahora se prepara para la Salamanca. También llevó a íconos culturales de gira. Así, el año pasado, Peteco Carabajal hizo su tour “Riendas Libres - Europa Tour 2019“ con catorce fechas por las principales ciudades de Europa.

-¿Cuál fue la repercusión en Europa?

-Noté que poco a poco el interés por el folclore argentino se fue despertando. Para mi sorpresa no sólo en Italia, sino en Francia, Alemania, Suiza y sobre todo Rusia. Muchos músicos me contactan para poder estar presentes a nivel internacional. Ahora, lo que no me esperaba es la curiosidad local por mi mirada. A los argentinos les encanta que se hable de sus tradiciones.

Desde hace tres años, Elisa divide su tiempo entre ambas naciones. Sigue con sus tareas en el mundo del marketing pero también nutre su hobby. Su difusión tiene un meta clara: contagiar el verdadero espíritu del folclore. “No quiero que lleguena conocer algunos pasos o una simple performance. Hay que alcanzar a todo el paquete cultural".

Y, sin dudarlo, remata: “En el primer mundo, como suelen llamarnos, muchas veces por el ritmo de la vida laboral se pierden la conexiones con aspectos importantes, como son los encuentros, detenerse a mirar al otro, el agradecimiento a la tierra al universo, el sentido de inclusión, valores que tiene el folclore y sobre todo los argentinos, y que a algunos italianos les hace falta”.