02/04/2020

Argentina

peor todavía

El covid-19 justificará los errores habituales de los pronosticadores del tiempo

La abrupta disminución de los vuelos provoca una baja importante de los datos que suman a los cálculos de los servicios meteorológicos.
El covid-19 justificará los errores habituales de los pronosticadores del tiempo | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

El covid-19 justificará los errores habituales de los pronosticadores del tiempo

El pronóstico del tiempo se verá afectado en su calidad a raíz de la pandemia del coronavirus. ¿Por qué? Una máxima de la meteorología dice que conocer en detalle cuál es el estado de la atmósfera es la base de los pronósticos del tiempo. A mayor cantidad de datos, mejor será el pronóstico.

En las estaciones meteorológicas se toman los datos del tiempo: temperatura, humedad, presión, en un punto determinado de la superficie. Pero es indispensable tener datos a distintas alturas de la atmósfera, y la mayor fuente de esa información son los aviones, que en sus viajes por el mundo, registran y transmiten los datos de la atmósfera a distintas alturas.

Según la Organización Meteorológica Mundial, en un día “normal” los aviones proveen alrededor de 1.230.000 datos meteorológicos.

Pero la aviación aerocomercial mundial ha mermado su actividad en más de un 80 por ciento. Ya no hay un gran volumen de información. “En estos días y las próximas semanas, la confianza en los pronósticos numéricos va a decaer”, advirtieron desde el Servicio Meteorológico Nacional.

La información del estado actual de la atmósfera, es el insumo básico de los modelos numéricos de pronóstico y, en rigor de verdad, son esas fabulosas herramientas de predicción del tiempo las que padecerán la falta de información de las aeronaves en vuelo. ¿Por qué?

La atmósfera se rige por las leyes de la física. Esto significa que se la puede representar a través de ecuaciones matemáticas complejas. A partir de estas ecuaciones se calcula aproximadamente cómo va a evolucionar el estado del tiempo, si se conoce las condiciones iniciales de la atmósfera. Estas condiciones son las observaciones meteorológicas.

Pero para saber la evolución de una o más variables, hay que resolver millones de esas ecuaciones complejas, y ningún ser humano podría realizar esas cuentas en tiempos razonables. A eso se dedican los modelos numéricos de pronóstico, sistemas que representan la atmósfera y hacen los cálculos de su evolución. Ellos procesan miles de datos de estaciones, barcos, radiosondas y aviones, y calculan la evolución del tiempo. Los resultados de los modelos son un insumo fundamental para los meteorólogos, que pondrán su conocimiento y experiencia para analizar y ajustar ese pronóstico y dar al público un producto con valor agregado adecuado a cada usuario.

Hay modelos que calculan el pronóstico para todo el planeta. Y otros que hacen un pronóstico regional de alta resolución con parámetros físicos que pueden detectar mejor, por ejemplo, las tormentas. Todos se alimentan de datos de la atmósfera observados tanto en superficie (por medio de barcos, boyas y estaciones), como en altura, a través de radiosondeos y aeronaves.

Los resultados de los modelos son lo que habitualmente vemos en las aplicaciones de nuestros celulares. Y si dos celulares no coinciden en el pronóstico que nos dan para mañana, seguramente es porque estamos viendo resultados de modelos distintos.

Por la disminución de los vuelos en el mundo, es probable que en los próximos días las aplicaciones de celular brinden pronósticos elaborados con menos observaciones meteorológicas, y por lo tanto, sean menos confiables, especialmente a más de 48 horas.

Los meteorólogos en estos días serán esenciales. Y los pronosticadores tendrán que desplegar aún más sus competencias para advertir y detectar los errores de los modelos, y corregir lo que sea necesario para brindar un pronóstico más preciso y de calidad para la sociedad.




Recomienda esta nota: