06/04/2022

Argentina

Política

Las hijas de Putín, Katerina y Mariya sancionadas por la UE y Estados Unidos

Las hijas del presidente de Rusia se unen a la lista de sancionados por la UE y Estados Unidos

El presidente de Rusia, Valdimir Putín y Ludmila Putina estuvieron casados durante tres décadas, sin embargo, después de todo este tiempo el matrimonio se divorció en el año 2013. No obstante, de este matrimonio nacieron Katerina y Mariya, de quienes se sabe realmente poco, siendo un enigma con respecto a sus posiciones, pensamientos, gustos y todo lo que tenga que ver con su vida. 


Sin embargo, el hecho de no saber mucho con respecto a Katerina y Mariya no ha querido decir que se encuentre exentas de todo lo que ha estado pasando en el ataque de Rusia a Ucrania, dirigido por su padre, la muestra más clara de esto fue el hecho de que las hijas del presidente de Rusia se unieron a la larga lista de personas sancionadas por Estados Unidos y la UE, desde que comenzó el conflicto bélico entre los países. 

Lo que se sabe de las hijas

A pesar de que lo que se sabe con respecto a Katerina y Mariya es bastante escaso y en ocasiones confuso, se tienen algunos conocimientos claros con respecto a las hijas de Putín; lo primero es que Mariya es la mayor de las dos hijas y nació en 1985 en Leningrado, ahora San Petersburgo. Se tiene entendido que es endocrinóloga y copropietaria de un proyecto de inversión en atención médica.  


Con respecto a su vida amorosa privada, se encuentra casada con el holandés Jorrit Faassen, exejecutivo de la compañía de gas estatal de Rusia Gazprom, de la misma manera que trabajo en un fabricante de tuberías del país denominado Stroytransgaz. Con respecto a este matrimonio, se tiene la creencia de que tiene al menos un hijo, debido a que el presidente de Rusia admitió ser abuelo al director de cine Oliver Stone.


Ahora, en lo que respecta a Katerina, nació un año después de Mariya y nació en Alemania, lugar en donde Putín trabajó para la KGB. En el año 1996 la familia habría vuelto para Moscú; sin embargo, la educación de las niñas continuó en Alemania, hasta que se convirtió en presidente que Putín optó porque continuarán sus estudios desde casa. Cuando les tocó asistir a la universidad lo hicieron bajo identidades falsas, como un intento de su padre por conservar su anonimato.



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