02/07/2022

Argentina

PERPETRANDO

"Si bien murió condenado, el delito lo sigue perpetrando", dice hermana de víctima de la dictadura

Marta Úngaro, hermana de Horacio, uno de los jóvenes desaparecidos en la denominada La Noche de los Lápices ocurrida en septiembre de 1976

Marta Úngaro, hermana de Horacio, uno de los jóvenes desaparecidos en la denominada La Noche de los Lápices ocurrida en septiembre de 1976, mientras reclamaban por el boleto estudiantil, dijo que si bien Miguel Etchecoltaz "murió condenado, el delito lo sigue perpetrando" ya que nunca reveló el destino de muchos de los desaparecidos durante la dictadura.

"Cuando me desperté con la noticia de que murió Etchecolatz, tuve una sensación de impunidad porque si bien estaba condenado, durante 46 años siguió perpetrando el secuestro sistemático y desaparición de personas", dijo Marta en diálogo con Télam.

"Hasta que no se encuentra a los desaparecidos, según tratamientos internacionales, el secuestro se sigue perpetrando. El sabía dónde está cada uno de los bebés apropiados en los centros clandestinos, como el Pozo de Banfield o la Comisaría Quinta y sabía dónde está mi hermano y cada uno de los chicos de La Noche de los Lápices y miles de desaparecidos de la provincia de Buenos Aires", agregó.

"Etchecolatz sabía dónde están Jorge Julio López y Clara Anahí. La sensación de impunidad es muy grande", reflexionó la mujer.

"Si bien murió condenado, pero el delito lo sigue perpetrando. Que no descanse en paz. Son viejos, ancianos, pero son genocidas, son asesinos. Él tenía muchas cuentas para dar a la Justicia", finalizó.

Etchecolatz murió hoy a las 5.30 de hoy en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel, donde se encontraba internado con custodia policial, informaron a Télam fuentes de las querellas en su contra.

Nacido en la ciudad de Azul el 1 de mayo de 1929, Etchecolatz muere con múltiples condenas a prisión perpetua, acusado por diversos crímenes de lesa humanidad, mediante una serie de sentencias dictadas entre los años 1996 y 2022, que fueron unificadas en una pena única de reclusión.






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