09/02/2023

Argentina

Sociedad

8 millones de personas no tienen ni buscan empleo

Un informe elaborado por Fundación Éforo titulado "Caracterización de la población inactiva en edad de trabajar" ofrece una visión general sobre las personas inactivas que tienen edad para trabajar.

El impacto de la pandemia de Covid-19 ha sido significativo en el mercado laboral, aún hoy en día, los efectos persisten. El aumento de los trabajos informales en comparación con los formales y una elevada inactividad laboral son las consecuencias más notables. 

La Organización Internacional del Trabajo ha destacado que la inactividad laboral es una de las principales consecuencias de la crisis y es más difícil reintegrarse en el mercado laboral desde la inactividad que desde el desempleo. En Argentina, la inactividad es una realidad para millones de personas y ha llevado a una vulnerabilidad y precariedad socioeconómica.

Un informe elaborado por Fundación Éforo titulado "Caracterización de la población inactiva en edad de trabajar" ofrece una visión general sobre las personas inactivas que tienen edad para trabajar. 

Según las estadísticas, una persona es considerada inactiva cuando no tiene ni busca empleo, mientras que el desempleo incluye a aquellos que no tienen trabajo pero están en búsqueda de uno.

La Encuesta Permanente de Hogares indica que en Argentina, más de la mitad de la población es inactiva, lo que equivale a 24 millones de personas (alrededor del 53%). Este número se divide entre 16 millones de personas fuera del rango etario establecido para trabajar y 8 millones de personas que pueden trabajar pero no lo hacen.

La huella que dejó la pandemia de Covid-19

La pandemia de Covid-19 ha dejado su huella en el mundo laboral y aún hoy, los resultados siguen siendo evidentes. Un aumento en los empleos informales en comparación con los formales y una elevada tasa de inactividad laboral son las consecuencias más sobresalientes. 


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La OIT ha resaltado que la inactividad laboral es una de las principales consecuencias de la crisis actual y es más difícil reinsertarse en el mercado laboral desde la inactividad que desde la desocupación. En Argentina, la inactividad laboral es una realidad para millones de personas, exponiéndolos a una precariedad y vulnerabilidad socioeconómica.

Un estudio realizado por Fundación Éforo titulado "Caracterización de la población inactiva en edad de trabajar" brinda una visión general sobre las personas inactivas que tienen la edad para trabajar. 

Estadísticas

Según las estadísticas, una persona es considerada inactiva cuando no tiene trabajo ni está en búsqueda de uno, en cambio, el desempleo incluye a aquellos que no tienen trabajo pero están en búsqueda de uno.

La Encuesta Permanente de Hogares muestra que en Argentina, más de la mitad de la población está inactiva, lo que equivale a 24 millones de personas (alrededor del 53%). Este número se divide entre 16 millones de personas fuera del rango etario permitido para trabajar y 8 millones de personas que pueden trabajar pero no lo hacen.

Según un informe, en hogares biparentales donde una persona es inactiva laboralmente y la otra está empleada, el 54% se encuentra en situación de precariedad social (con 43% de ellos siendo pobres y otros 11% siendo indigentes). En el 90% de los hogares biparentales con un integrante activo y el otro inactivo, es la mujer la que no tiene ni busca trabajo (1,6 millones de mujeres).

Los motivos de inactividad varían según el género, con las mujeres diciendo que su inactividad se debe a trabajo doméstico, mientras que los hombres dicen ser estudiantes, jubilados, pensionados o rentistas. Esto sugiere que los roles en el hogar, la distribución de las responsabilidades de cuidado y la configuración del hogar son factores clave que dificultan la integración laboral y explican la inactividad, especialmente en las mujeres.

Últimos años

En los últimos años, la inactividad laboral ha aumentado en conjunto con la informalidad y la disminución de los empleos formales, lo que ha llevado a una disminución del desempleo. Después de la pandemia, los empleos informales se han multiplicado, pero son los más inestables y precarios. Mientras que los trabajos informales disminuyeron en un 50,7% durante la contracción 2019-2020, aumentaron en un 92,2% en la recuperación 2021-2022.

La informalidad y la inactividad laboral afectan principalmente a las mujeres y jóvenes. Al considerar los factores que explican la inactividad de las personas, debemos tener en cuenta el papel desempeñado en el hogar, la distribución de las responsabilidades de cuidado, los niveles educativos y la configuración del hogar. Por lo tanto, la inactividad laboral de las personas en edad de trabajar debe ser entendida como una situación que va más allá de las decisiones individuales y responde a escenarios sociales más amplios y complejos.

Fuente: ElAuditor




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