31/03/2023

Argentina

Salud

Dengue: una mirada detallada a las tres fases de la enfermedad

Conoce los diferentes síntomas que puede causar la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti.

En varias jurisdicciones de la región sudamericana, incluyendo Argentina, la epidemia de dengue ha llevado a un aumento significativo en la cantidad de pacientes que buscan atención médica y realizan pruebas para detectar la enfermedad. La propagación del dengue a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti ha llevado a que el sistema de salud esté en alerta. 

Según el Ministerio de Salud de la Nación, los casos en todo el país aumentaron un 95% en una sola semana. Es importante destacar que la enfermedad sólo se transmite por la picadura del mosquito y no de persona a persona o a través de objetos. La prevención es la clave para evitar la propagación del virus.

A pesar de las medidas de prevención, hasta el momento se han registrado seis fallecimientos relacionados con el dengue en Argentina. En la temporada de dengue de este año, que comenzó en agosto de 2022, se han reportado 9,388 casos en el país, lo que indica una importante circulación viral. En 2020, el país registró más de 43,000 infectados y 24 muertos por la enfermedad.

Cómo actuar ante los síntomas y cuándo consultar

El Ministerio de Salud de la Nación insiste en que las personas que presenten síntomas del dengue deben acudir de manera temprana a una consulta médica para recibir el tratamiento adecuado. 

Es fundamental evitar la automedicación y también prevenir la picadura del mosquito para no propagar la enfermedad. El doctor Federico Charabora del Hospital Santojanni de Liniers recomienda que las personas con síntomas se acerquen a un centro de salud para recibir atención médica y evaluar la gravedad del caso. En el caso de que no necesiten hospitalización, se les indica un aislamiento domiciliario para evitar contagios.

La doctora Mónica Foccoli, jefa de la Sección Infectología del Hospital de Clínicas General José de San Martín, explica que los síntomas del dengue pueden durar entre 2 y 7 días, y que la mayoría de las personas se recupera en alrededor de una semana. 

También advierte que la persona solo puede transmitir el virus a través de la picadura del mosquito cuando tiene fiebre. La enfermedad tiene un período de incubación de entre 3 a 15 días y consta de tres etapas diferentes.

Las tres fases del dengue

- Etapa febril (días 0 a 5 de la enfermedad)

- Etapa crítica (días 5 a 7 de la enfermedad)

- Etapa de recuperación (luego del 7° día de enfermedad)

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que es la agencia nacional de salud pública de Estados Unido, el dengue se inicia abruptamente después de un periodo típico de incubación de entre 5 y 7 días, y el curso sigue 3 fases: febril, crítica y de convalecencia.

1- Fase febril

Durante la etapa febril del dengue, que suele durar entre 2 y 7 días, los pacientes pueden experimentar distintos síntomas como dolor de cabeza, muscular, en las articulaciones y en los huesos, además de erupción macular o maculopapular y manifestaciones hemorrágicas menores. También se puede presentar una fase en la que se observa eritema orofaríngeo y facial enrojecido. 

Sin embargo, es importante estar atentos a los signos de alarma que indican la posible evolución hacia el dengue grave, como vómitos persistentes, dolor abdominal intenso, acumulación de líquido, hemorragia mucosa, dificultad para respirar, letargo, inquietud, hipotensión postural, agrandamiento del hígado y un aumento progresivo de hematocrito. Ante la presencia de estos síntomas, es fundamental que los pacientes consulten de manera temprana con un profesional de la salud para recibir atención médica adecuada.

2-Fase crítica

Durante la fase crítica del dengue, que comienza después de la desaparición de la fiebre y dura de 24 a 48 horas, los pacientes pueden experimentar complicaciones graves. Aunque la mayoría de los pacientes mejora en esta fase, aquellos con extravasación grave de plasma pueden desarrollar derrames pleurales, ascitis, hipoproteinemia o hemoconcentración. 

A pesar de los signos tempranos de shock, algunos pacientes pueden parecer estar bien hasta que la presión arterial desciende rápidamente y se produce el shock, lo que puede llevar a la muerte a pesar de la reanimación. 

Además, los pacientes pueden experimentar manifestaciones hemorrágicas severas como hematemesis, heces con sangre o menorragia, especialmente si han estado en shock durante un período prolongado. Aunque poco comunes, también pueden presentarse complicaciones como hepatitis, miocarditis, pancreatitis y encefalitis.

3- Fase de convalecencia

Una vez que la extravasación del plasma disminuye, el paciente entra en la fase de recuperación, donde comienza a reabsorber los líquidos intravenosos extravasados y los derrames pleurales y abdominales. Durante esta fase, la salud del paciente mejora y se estabiliza su estado hemodinámico, aunque podría presentar bradicardia. 

Además, ocurre la diuresis y los niveles de hematocritos del paciente se estabilizan o disminuyen debido al efecto de dilución del líquido reabsorbido. El recuento de glóbulos blancos generalmente comienza a aumentar, seguido de una recuperación del recuento de plaquetas. Es común que durante esta fase se presente un sarpullido que puede descamarse y ser pruritoso.

¿El dengue tiene tratamiento?

No existe una cura específica para el dengue, sino que los síntomas de la infección son tratados. Los expertos del Hospital Alemán sugieren que en caso de fiebre y/o dolor, se debe tomar paracetamol y evitar otros analgésicos, antiinflamatorios o antipiréticos como aspirina, ibuprofeno o diclofenac, ya que pueden aumentar el riesgo de hemorragia.

También es recomendable evitar el uso de antibióticos, corticoides y medicamentos intramusculares de cualquier tipo. Debido a que la transmisión del virus del dengue es a través de la picadura de mosquitos infectados, la forma más efectiva de prevención es la eliminación de cualquier criadero de mosquitos, es decir, todos los recipientes que contengan agua, tanto dentro como fuera de las viviendas.

Especialistas en salud recomiendan que, para prevenir el dengue, es importante eliminar todos los criaderos de mosquitos que contengan agua, tanto dentro como fuera de las viviendas, y si no se pueden eliminar, evitar el acceso del mosquito a su interior. 

Esto se puede lograr tapando los tanques, aljibes y/o cisternas, o evitando que acumulen agua, dando vuelta baldes, palanganas, tambores, entre otros recipientes, vaciando y cepillando frecuentemente los portamacetas y bebederos, o poniéndolos al resguardo bajo techo, como en el caso de botellas retornables. 

Además, se recomienda colocar tela mosquitera en las rejillas y usar repelente siguiendo las indicaciones del envase, así como también usar ropa de manga larga y colores claros.

Para proteger a los bebés, quienes no pueden usar repelente, se sugiere colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En relación al hogar, es importante colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y usar repelentes ambientales como tabletas (para el interior) o espirales (para el exterior).




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