04/04/2023

Argentina

Sociedad

La canasta básica para jubilados supera los $200.000

La inflación impacta en la economía de los adultos mayores, quienes necesitan tres ingresos mínimos para subsistir.

El valor de la canasta básica para los adultos mayores o jubilados y pensionados ha aumentado un 107,8% en un año, especialmente debido al alza en los costos de vivienda, alimentos y medicamentos, y ahora se sitúa en $202.064.

Este aumento se produce en un contexto en el que cuatro millones y medio de jubilados cobran un haber mínimo de $58.665, más un bono de $15.000, mientras que la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) es de $46.932 más el bono. Según los cálculos de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, a finales de marzo de 2022, la canasta básica ascendía a $97.238.

Inflación y deterioro de los ingresos

La canasta para adultos mayores está compuesta por diferentes rubros, como alimentos, productos de higiene y limpieza, medicación e insumos de farmacia, impuestos y servicios, transporte, vestimenta, gastos de vivienda y recreación. 

Según el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, se necesitan casi tres ingresos mínimos para cubrir una canasta básica. De los $202.064 que representa la canasta, el gasto en vivienda es el más alto con un 30% ($59.000), seguido de alimentos con $41.233 y un 12% ($24.774) en medicamentos e insumos de farmacia.

Semino argumenta que las jubilaciones y pensiones necesitan un aumento efectivo, que se refleje en el haber y se aplique de manera proporcional a toda la escala. La fórmula actual de movilidad no garantiza un aumento que esté a la par con la inflación, ya que toma en cuenta la evolución de los salarios y la recaudación de impuestos destinados a la Seguridad Social. Esta situación es insostenible ante la subida de los precios.

En respuesta al deterioro mencionado, el Gobierno ha estado proporcionando con mayor frecuencia refuerzos o bonos para los jubilados y pensionados con haberes más bajos, mientras que excluye a otros beneficiarios del sistema. 

Durante el gobierno anterior, se produjo una importante disminución de los haberes jubilatorios (-19,5% entre septiembre de 2017 y diciembre de 2019), y aunque hubo aumentos por decreto en 2020 y una nueva fórmula de movilidad implementada en 2021, aquellos que no recibieron ningún bono experimentaron una caída aún mayor. 

La semana pasada, el personal del FMI reiteró su posición de que no deberían concederse moratorias ni bonos a los jubilados con haberes más bajos, y que los aumentos deberían aplicarse de acuerdo con la fórmula de movilidad, ya que este fue el compromiso del Gobierno en junio de 2022.

Fuente: Clarín




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