07/10/2017

Tucumán

Comenzaron a reducir la cantidad de sedantes a la mujer que mató a sus hijos

La madre podría haber comenzado a tener contacto con la realidad recién este viernes, dos días después del aberrante hecho.

Reducen los sedantes a la mujer que habría matado a sus hijos
Los profesionales que la atienden advirtieron a la Justicia que desconocen cuándo la podrá ver una junta médica y declarar ante el fiscal
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Nadia Gisel Fucilieri recién ayer a la mañana podría haber comenzado a tener contacto con la realidad. Los médicos que la atienden en el Hospicio del Carmen, según confirmaron fuentes judiciales, ordenaron que se le comience a reducir la cantidad de sedantes que se le estaba aplicando desde el miércoles, día en el que habría acabado con la vida de sus hijos Marcelino (4 años) y Pía (3).
La joven enfermera de 29 años habría matado a sus dos hijos en un domicilio de Santa Fe al 1.800 y después intentó quitarse la vida con el mismo bisturí con el que habría asesinado a los pequeños. Los investigadores creen que tomó esa terrible decisión porque un psicólogo del Observatorio de la Mujer -y no del Poder Judicial como se había informado erróneamente- le había advertido que no había impedimento alguno para que Aldo Martínez, su ex pareja, mantuviera contacto con sus hijos.
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La pareja se había separado en enero pasado, cuando Fucilieri consiguió que un juez penal dictara una prohibición de acercamiento en contra de su ex. Desde ese entonces, Martínez no pudo volver a ver a sus hijos. Silvia Furque, su defensora, dijo que los parientes le llevaban el dinero de alquiler de la vivienda y unos $7.000 para que afrontara los gastos de alimentación. “Ella no impedía que los chicos vieran a su abuela, el drama era con él”, explicó la profesional a LA GACETA.
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Un pariente la encontró ensangrentada y en estado de shock. Según explicaron fuentes cercanas a la investigación, casi no habló hasta que llegó la ambulancia que la trasladó al Centro de Salud. Según los cálculos que se manejan, habría permanecido entre cinco y seis horas en el mismo ambiente en el que estaban los cuerpos de los pequeños.
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En el centro asistencial fue asistida de las lesiones superficiales que se había provocado con el mismo elemento quirúrgico. Allí le suministraron unos tranquilizantes antes de darle el alta. Cuando estaban por aprehenderla, el médico de la policía recomendó que fuera vista por un psiquiatra para que determinara su estado antes de que se tomara cualquier decisión. Por ese motivo, fue derivada al Hospital Padilla.
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En el segundo hospital, siempre de acuerdo a la información proporcionada por fuentes judiciales, fue atendida por un psiquiatra que comenzó a suministrarles medicamentos específicos. También pidió que sea estabilizada por la importante cantidad de sangre que había perdido y -por último- recomendó que fuera internada en el Hospicio del Carmen porque, según consideró, podría intentar matarse nuevamente.
Problema
El fiscal Diego López Ávila, que interviene en el caso, aceptó el pedido y ordenó su traslado. Como aún no se había definido si Fucilieri se encontraba en condiciones de entender que debía ser imputada por doble homicidio agravado por el vínculo, decidió no pedirle ninguna medida privativa de libertad en su contra. Sí solicitó que fuera custodiada permanentemente por un policía.
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La joven fue alojada en una pieza en la que se encuentra sola. A los pocos minutos, según trascendió en las últimas horas, protagonizó un incidente con un profesional de la salud y con la policía que intervino para tratar de calmarla. Por esa razón, se le volvió a suministrar sedantes.
López Ávila se comunicó con los profesionales que la están atendiendo. Estos, de acuerdo a una fuente de Tribunales, le advirtieron que era prácticamente imposible informarle cuándo estaría el diagnóstico que determinará si se le puede imputar el homicidio, que sería la antesala de la declaración de la mujer en Tribunales.
La primera entrevista con los profesionales estaba prevista para ayer, pero se realizaría si es que ella reaccionaba adecuadamente a la suspensión parcial de los medicamentos. “Se estiman que la junta médica hablará varias veces con ella para poder llegar a una conclusión. Ese trabajo no es sencillo y puede llevar bastante tiempo”, comento un vocero de la Justicia.
El fiscal tampoco pudo recibir un informe si era conveniente trasladar a un calabozo a la mujer. Los profesionales evitaron dar certezas sobre esa posibilidad por temor que algo le sucediera, por lo que continuará internada en ese centro asistencial.

Nadia Gisel Fucilieri, la joven madre que asesinó a sus propios hijos con un bisturí, haber comenzado a tener contacto con la realidad recién este viernes a la mañana, dos días después del aberrante hecho.

Los médicos que la atienden en el Hospicio del Carmen, según confirmaron fuentes judiciales, ordenaron que se le comience a reducir la cantidad de sedantes que se le estaba aplicando desde el miércoles, día en el que habría acabado con la vida de sus hijos Marcelino (4 años) y Pía (3).

La joven enfermera de 29 años habría matado a sus dos hijos en un domicilio de Santa Fe al 1.800 y después intentó quitarse la vida con el mismo bisturí con el que habría asesinado a los pequeños. Los investigadores creen que tomó esa terrible decisión porque un psicólogo del Observatorio de la Mujer le había advertido que no había impedimento alguno para que Aldo Martínez, su ex pareja, mantuviera contacto con sus hijos.

La pareja se había separado en enero pasado, cuando Fucilieri consiguió que un juez penal dictara una prohibición de acercamiento en contra de su ex. Desde ese entonces, Martínez no pudo volver a ver a sus hijos. Silvia Furque, su defensora, dijo que los parientes le llevaban el dinero de alquiler de la vivienda y unos $7.000 para que afrontara los gastos de alimentación. “Ella no impedía que los chicos vieran a su abuela, el drama era con él”, explicó la profesional.

Según explicaron fuentes cercanas a la investigación, después del crimen casi no habló hasta que llegó la ambulancia que la trasladó al Centro de Salud. Según los cálculos que se manejan, habría permanecido entre cinco y seis horas en el mismo ambiente en el que estaban los cuerpos de los pequeños.

En el centro asistencial fue asistida de las lesiones superficiales que se había provocado con el mismo elemento quirúrgico. Allí le suministraron unos tranquilizantes antes de darle el alta. Cuando estaban por aprehenderla, el médico de la policía recomendó que fuera vista por un psiquiatra para que determinara su estado antes de que se tomara cualquier decisión. Por ese motivo, fue derivada al Hospital Padilla.

En el segundo hospital, siempre de acuerdo a la información proporcionada por fuentes judiciales, fue atendida por un psiquiatra que comenzó a suministrarles medicamentos específicos. También pidió que sea estabilizada por la importante cantidad de sangre que había perdido y -por último- recomendó que fuera internada en el Hospicio del Carmen porque, según consideró, podría intentar matarse nuevamente.

El fiscal Diego López Ávila, que interviene en el caso, aceptó el pedido y ordenó su traslado. Como aún no se había definido si Fucilieri se encontraba en condiciones de entender que debía ser imputada por doble homicidio agravado por el vínculo, decidió no pedirle ninguna medida privativa de libertad en su contra. Sí solicitó que fuera custodiada permanentemente por un policía.

La joven fue alojada en una pieza en la que se encuentra sola. A los pocos minutos, según trascendió en las últimas horas, protagonizó un incidente con un profesional de la salud y con la policía que intervino para tratar de calmarla. Por esa razón, se le volvió a suministrar sedantes.

López Ávila se comunicó con los profesionales que la están atendiendo. Estos, de acuerdo a una fuente de Tribunales, le advirtieron que era prácticamente imposible informarle cuándo estaría el diagnóstico que determinará si se le puede imputar el homicidio, que sería la antesala de la declaración de la mujer en Tribunales

La primera entrevista con los profesionales estaba prevista para este viernes, pero se realizaría si es que ella reaccionaba adecuadamente a la suspensión parcial de los medicamentos.

“Se estiman que la junta médica hablará varias veces con ella para poder llegar a una conclusión. Ese trabajo no es sencillo y puede llevar bastante tiempo”, comento un vocero de la Justicia.

El fiscal tampoco pudo recibir un informe si era conveniente trasladar a un calabozo a la mujer. Los profesionales evitaron dar certezas sobre esa posibilidad por temor que algo le sucediera, por lo que continuará internada en ese centro asistencial.




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