13/10/2017

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Analizaron grabaciones de los ataques sónicos pero aún no hay conclusiones fuertes

The Associated Press obtuvo una grabación del sonido percibido por algunos de los empleados de la embajada estadounidense en La Habana, parte de un conjunto de fenómenos inexplicados que a la larga fueron considerados ataques deliberados.
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La Embajada de Estados Unidos en la Habana fue afectada por ataques sonoros.

Suena como un estruendoso coro de grillos, pero no completamente. Quizás como un silbido sumamente agudo, pero ¿de dónde viene? Parece como si ondulara, incluso que se contorsiona. Algunos escuchan un sonido politonal mezclado con el rasgado de uñas contra una pizarra.

La grabación, difundida el jueves por la AP, es la primera en ser publicada de las muchas muestras de sonidos tomadas en Cuba que hicieron que los investigadores sospecharan inicialmente de ataques sónicos.

No se cree que las grabaciones en sí mismas sean peligrosas para quienes las escuchan. Los expertos en sonido y los médicos dicen que no conocen ningún sonido que pueda causar daño físico cuando se reproduce durante períodos breves de tiempo a niveles normales a través de un equipo estándar, como un teléfono celular o una computadora.

Se desconoce qué dispositivo produjo el sonido original. Los estadounidenses afectados en La Habana reportaron que los sonidos les llegaron con volúmenes extremos.

Tampoco está claro si existe una relación directa entre el sonido y el daño físico sufrido por las víctimas. Estados Unidos dice que en general los ataques causaron problemas auditivos, cognitivos, visuales, de equilibrio, sueño y otros.

Las grabaciones fueron enviadas para su análisis a la Marina estadounidense, que cuenta con equipos sofisticados para analizar señales acústicas, así como a las agencias de inteligencia, según informaciones dadas a la AP. Sin embargo, hasta ahora las grabaciones no han arrojado luz sobre qué es lo que está dañando a los diplomáticos.

La Armada no respondió a las solicitudes para que diera sus comentarios acerca de la grabación.

Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, no quiso comentar sobre la autenticidad de la cinta.

Cuba ha rechazado haber participado o estar al tanto de los ataques. Estados Unidos no ha culpado a nadie, y dice que aún no sabe qué o quién es el responsable.

Pero el gobierno ha apuntado contra el gobierno del presidente Raúl Castro por no proteger debidamente a los diplomáticos estadounidenses en su territorio, y Nauert dijo el jueves que Cuba "podría tener más información de lo que ahora sabemos".

Por su parte, el jefe de despacho de la Casa Blanca, John Kelly, dijo: "Creemos que el gobierno cubano podría detener los ataques a nuestros diplomáticos".

No todos los estadounidenses despachados a Cuba escucharon esos sonidos, y de entre los que los escucharon no se ha confirmado que percibieron exactamente lo mismo.

Sin embargo, la AP examinó diversas grabaciones hechas bajo distintas circunstancias y todas son variaciones del mismo zumbido agudo. Individuos que escucharon los sonidos en La Habana confirmaron que las grabaciones son parecidas a lo que percibieron.

La grabación difundida por la AP fue afinada digitalmente para subirle el volumen y reducir el ruido de trasfondo, pero aparte de eso no fue alterada.

El sonido parece manifestarse en pulsos de diversa duración -siete segundos, 12 segundos, dos segundos-, con algunos períodos sostenidos de varios minutos o más. Seguidamente hay silencio por un segundo, 13 segundos o cuatro segundos, y luego se reanuda abruptamente.

Un examen más minucioso de la grabación revela que no es un solo sonido, sino unas 20 frecuencias o más simultáneas. Ese fue el resultado de un análisis realizado por la AP del espectro sónico, que mide la frecuencia y amplitud de una onda sonora.

Para una persona común, el sonido se asemeja al toque simultáneo de teclas de piano disonantes. Al ser representados en un gráfico, el sonido aparece como una serie de "picos" que saltan desde una línea base, como púas o dedos en una mano.

"Lo que nos dice es que el sonido está entre los 7.000 kHz y los 8.000 kHz. Hay unos 20 picos, al parecer separados por espacios iguales. Cada uno de ellos corresponde a una frecuencia distinta", explicó Kausik Sarkar, un experto en ciencias acústicas de la Universidad George Washington que analizó las grabaciones con la AP.

Esas frecuencias pueden ser solo una parte de la imagen. Los dispositivos y herramientas de grabación convencionales para medir el sonido pueden no captar frecuencias muy altas o bajas, como las que están por encima o por debajo de lo que el oído humano puede captar. Los investigadores han explorado si en los ataques de La Habana puede haber infrasonido o ultrasonido.

Las grabaciones se reprodujeron para los trabajadores de la embajada de Estados Unidos a fin de enseñarles cómo identificar ese ruido, dijeron varias personas con conocimiento de la situación en La Habana.

A algunos empleados de la embajada también se les han dado dispositivos de grabación para que los activen en caso de que escuchen los sonidos. Las personas que hablaron con la AP no estaban autorizadas a comentar públicamente la situación y pidieron el anonimato.

Los funcionarios cubanos no dijeron si Estados Unidos compartió las grabaciones con el gobierno de Cuba.

Los funcionarios de seguridad de la embajada les han dicho a los empleados que, si creen que están siendo atacados, deberían levantarse y moverse de lugar, porque es poco probable que el ataque pueda ir tras ellos, dijeron las personas que hablaron con la AP.

El mes pasado The Associated Press informó que algunas personas experimentaron ataques o escucharon sonidos que estaban muy confinados a una habitación o a partes de una habitación.

Al menos 22 estadounidenses están "médicamente confirmados" como afectados por los ataques, según el Departamento de Estado, que agregó que el número podría aumentar. Los síntomas y las circunstancias reportados han variado ampliamente, lo que hace que sea difícil vincular algunos en forma concluyente con los ataques.

Las agresiones comenzaron el año pasado y se considera que "prosiguen", ya que hubo un incidente reportado a fines de agosto, la fecha más reciente.

Cuba defendió su respuesta "exhaustiva y prioritaria", e hizo hincapié en su afán de ayudar a la investigación de Estados Unidos.

Las autoridades cubanas no respondieron a las solicitudes de comentarios para este despacho, pero se han quejado antes de que Washington se niega a compartir información que dicen necesitar para investigar a fondo, como pueden ser registros médicos, datos técnicos y la notificación oportuna de los ataques.






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