Cerveza Quilmes se embanderó de Atlético Tucumán para homenajear a la primera celeste y blanca

La previa explota, las banderas flamean en el aire. Los bombos empiezan a tronar a la distancia. Es la banda de Atlético Tucumán  y su corazón en llamas, no importa la temperatura, abrazado a la celeste y blanca, emponchado con la casaca Decana sólo se puede sentir calor. Para refrescarse la hinchada necesitaba algo que esté a su altura.

Por eso Cerveza Quilmes se puso la camiseta del Deca y decidió embanderar sus latas con los colores del Gigante del Norte. Las gargantas agradecidas, se refrescan entre las arengas y los cantos. Los hinchas embravecidos sostienen las latas, ahora vestidas con el escudo de Atlético Tucumán, de vez en vez la llevan a la boca para apagar las llamas de sus canciones.

El “viejo y glorioso Decano, de corazón sin igual” ahora tiene, también, una lata inimitable, que los hinchas podrán disfrutar antes de entrar a la cancha, para brindar por sus esperanzas y, que al salir, con más ganas que nunca, se chocarán en el brindis interminable que festeja la alegría de ser hincha del Gigante del norte.

Cerveza Quilmes  y Atlético Tucumán, siempre estuvieron unidos por los colores celeste y blanco, pero ahora que lleva el escudo del más exitoso de los equipos norteños, este abrazo se hace fraternal y eterno, a la salud de Cerveza Quilmes y del Decano, que nunca falten los motivos para brindar.