Así es "la biblioteca delivery" que reparte sus libros en bicicleta para estimular la lectura

En Santiago del Estero, la Biblioteca Popular Jorge Washington Ábalos, del barrio Autonomía, implementó durante la pandemia un ingenioso sistema para obtener libros de las bibliotecas por delivery en bicicleta, dado que la institución continúa cerrada por las medidas que rigen en la provincia.

El amor por los libros y la necesidad que los socios tengan su material de lectura, hizo que un grupo de mujeres se organizara para hacerle frente a la pandemia, cuidando los protocolos, y en sus bicicletas llevan los libros casa por casa según el pedido.

La presidenta de comisión de la Biblioteca, María Mercedes Rodríguez de Santini, relató que "como la biblioteca está cerrada desde marzo y aún no hay autorización para abrirla, nos preocupaba que nuestros socios tuvieran los libros porque era una buena época para leer, evaluamos distintas posibilidades y hace un mes implementamos este método y lo difundimos en redes sociales".

Así nació esta aventura de andar en bici, repartiendo los libros: "Nuestros socios pueden elegir los libros a través de un catálogo y nos mandan un Whatsaap o por mensaje de la página y una vez por semana, los miembros de la comisión directiva buscamos los libros que nos pidieron y se reparten en bicis", contó María, convencida en la necesidad de seguir en esta senda de compartir la cultura con los vecinos.

Durante la pandemia, esta iniciativa de entrega de libros en las casas ha despertado curiosidad e interés y le permitió a esta biblioteca contar con nuevos socios así tenemos nuevos socios", resaltó.

Las mujeres las que integran actualmente la comisión de la Biblioteca Popular Jorge Whashington Ábalos, se adaptaron a los servicios virtuales que muchas bibliotecas comenzaron a brindar en esta época y le sumaron una propuesta novedosa: envían el catálogo online (http://3164.bepe.ar/) para que los socios elijan los libros que desean leer y se los llevan en bicicleta hasta la puerta de su casa, lo llaman la bicibiblioteca.

Gloria Gallegos, jubilada y voluntaria en el reparto con su bicicleta de los libros, dijo: "Ojalá esto lo puedan hacer en otras partes porque es una manera de mantener vivo el espíritu de la biblioteca, que no se pierda la promoción de la lectura que es nuestro eje de existencia, que la gente siga leyendo un libro, que no es lo mismo tener en la mano, que leer en internet".

Con mucho empeño se las ingenian desde hace años para que esta institución continúe siendo el corazón cultural en la comunidad del barrio satélite: ferias, talleres, festivales, maratones de lecturas, visitas a jardines y escuelas eran algunas de las tantas actividades que organizaban antes de que llegara el famoso virus que cambió rotundamente nuestra cotidianeidad.