20/07/2017

Argentina

día del amigo trágico

Encontraron a dos jóvenes argentinos acribillados en la frontera con Brasil

Se trata de dos amigos de Misiones. Entre sus pertenencias hallaron un millón de pesos, por lo que se sospecha de un ajuste de cuentas.

Dos amigos argentinos aparecieron acribillados en la frontera con Brasil
Ambos eran oriundos de Misiones. Los cuerpos fueron encontrados en una ruta de Brasil a varios kilómetros de distancia entre sí y con una importante suma de dinero. Se estima que pudieron ser víctimas de un ajuste de cuentas
20 de julio de 2017
El cuerpo de Silvio Antúnez, sobre un charco de sangre en el costado de una ruta
El cuerpo de Silvio Antúnez, sobre un charco de sangre en el costado de una ruta
La frontera entre Brasil y Argentina volvió a presentarse como el escenario de un macabro hecho delictivo. Dos amigos argentinos aparecieron acribillados en el medio de la ruta. El caso reviste un enorme misterio y dispara diferentes hipótesis.
Los dos amigos son Martín Ríos, de 25 años, y Silvio Alejandro Antúnez, de 24. Aparecieron con numerosos disparos en su cuerpo en la Ruta BR 163, dentro del Municipio de Realeza y a pocos kilómetros de la localidad misionera de Andresito.
Los dos jóvenes muertos eran oriundos de la localidad Jardín América. Ríos era hijo del exintendente de la localidad, Miguel Ríos.
Todo ocurrió el miércoles por la noche. El primer cuerpo en ser encontrado por la policía brasileña fue el de Antúnez, quien estaba tirado sobre un costado de la ruta encima de un charco de sangre y con un arma Bersa calibre .380 cerca de una de sus manos.
Antúnez tenía tres orificios de bala en el pecho y otros dos en la espalda. Además en los bolsillos de su campera se encontraba una muy grande cantidad de dinero en pesos.
El cadáver presentaba una gran cantidad de rasguños, por lo que se cree que fue arrastrado varios metros por el autor del crimen. Además, cerca del cuerpo aparecían signos de frenada de un vehículo en el asfalto.
Ríos fue encontrado ya en la mañana del jueves y a decenas de kilómetros de donde yacía su amigo. El hijo del exintendente apareció junto a su camioneta Chevrolet S 10 y con más de cinco orificios de bala en su cuerpo.
Una vez revisado el vehículo, se detectó que entre ambos llevaban un millón de pesos, por lo que quedó prácticamente descartada la hipótesis de un robo.
El cuerpo de Martín Ríos fue encontrado en la mañana del jueves, junto a la camioneta en la que ambos se desplazaban
El cuerpo de Martín Ríos fue encontrado en la mañana del jueves, junto a la camioneta en la que ambos se desplazaban
Ambos habían dicho a sus familiares que se iban a pasar unos días por la zona de Comandante Andresito para realizar "unas compras". La familia de Antúnez se dedicaba a la explotación de una empresa de transporte, mientras que la de Ríos gestiona un estudio de abogados.
Según la investigación de la policía brasileña y la de Misiones, los dos amigos cruzaron la frontera a bordo de su camioneta blanca. Ya descartada la teoría del robo, se estima que ambos pudieron ser víctimas de un ajuste de cuentas, vinculado a los negocios turbios de la frontera. Tampoco se descartó la teoría de que estuvieran involucrados en negocios del narcotráfico.
Se estima que los cuerpos de ambos jóvenes llegarán a la provincia de Misiones en el transcurso de las próximas 48 horas.

La frontera entre Brasil y Argentina fue en este día del amigo el escenario de un terrible y misterioso hecho que acabó con la vida de dos jóvenes argentinos.

Martín Ríos, de 25 años, y Silvio Alejandro Antúnez, de 24, amigos oriundos de Misiones aparecieron con numerosos disparos en su cuerpo en la Ruta BR 163, dentro del Municipio de Realeza y a pocos kilómetros de la localidad misionera de Andresito.

Los dos jóvenes muertos eran oriundos de la localidad Jardín América y Ríos era hijo del exintendente de la localidad, Miguel Ríos.

Todo ocurrió el miércoles por la noche. El primer cuerpo en ser encontrado por la policía brasileña fue el de Antúnez, quien estaba tirado sobre un costado de la ruta encima de un charco de sangre y con un arma Bersa calibre .380 cerca de una de sus manos.

Antúnez tenía tres orificios de bala en el pecho y otros dos en la espalda. Además en los bolsillos de su campera se encontraba una muy grande cantidad de dinero en pesos.

El cadáver presentaba una gran cantidad de rasguños, por lo que se cree que fue arrastrado varios metros por el autor del crimen. Además, cerca del cuerpo aparecían signos de frenada de un vehículo en el asfalto.

Ríos fue encontrado en la mañana del jueves y a decenas de kilómetros de donde yacía su amigo. El hijo del exintendente apareció junto a su camioneta Chevrolet S 10 y con más de cinco orificios de bala en su cuerpo.

Una vez revisado el vehículo, se detectó que entre ambos llevaban un millón de pesos, por lo que quedó prácticamente descartada la hipótesis de un robo.

Ambos habían dicho a sus familiares que se iban a pasar unos días por la zona de Comandante Andresito para realizar "unas compras". La familia de Antúnez se dedicaba a la explotación de una empresa de transporte, mientras que la de Ríos gestiona un estudio de abogados.

Según la investigación de la policía brasileña y la de Misiones, los dos amigos cruzaron la frontera a bordo de su camioneta blanca. Ya descartada la teoría del robo, se estima que ambos pudieron ser víctimas de un ajuste de cuentas, vinculado a los negocios turbios de la frontera. Tampoco se descartó la teoría de que estuvieran involucrados en negocios del narcotráfico.




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