07/04/2018

El mundo

Finalmente Lula se entregó a la Policía para ser encarcelado

Caminando, el ex presidente salió del sindicato de metalúrgicos donde miles de personas lo protegían y subió en un coche de las fuerzas de seguridad. Será ingresado en el penal de Curitiba.
Finalmente Lula se entregó a la Policía para ser encarcelado | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Una inmensa malla de contención humana rodeó al líder popular brasilero en los momentos previos a su detención.

Alrededor de las 19,15 de este sábado el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva logró salir del Sindicato de Metalúrgicos ABC en São Bernardo do Campo, a las afueras de Sao Paulo, tras pasar más de 26 horas allí, en medio de escenas de tensión y forcejeos por el bloqueo de los militantes del Partido de los Trabajadores que rechazaban que se entregue a la Justicia para cumplir su condena de 12 años y un mes por cargos de corrupción y lavado de dinero.


El líder del Partido de los Trabajadores (PT) finalmente se ha entregado así a la Policía Federal tras salir a pie de la sede desde donde es trasladado a una sala reservada de la sede de la Policía Federal en Curitiba, según ha informado la prensa brasileña. Con su entrega se da el primer paso para que finalmente se cumpla la orden de entrada en prisión dictada por el juez Sergio Moro, la cual vencía el viernes a las 17.


El convoy de la Policía, que condujo al ex presidente, estaba compuesto por vehículos oscuros sin insignias de la institución, tal como había solicitado la defensa. 


Los abogados de Lula pactaron la entrega para este sábado tras una misa en São Bernardo do Campo en homenaje a la ex primera dama Marisa Letícia, difunta esposa del propio Lula. En el acto Lula ha vuelto a defender su inocencia y ha reiterado su intención de ser candidato en las próximas elecciones presidenciales. "No voy a parar porque no soy un ser humano. Soy una idea. La muerte de un combatiente no para una revolución. Ellos tienen que saberlo", dijo al hablar ante una multitud, al mismo tiempo que informaba que iba a acatar la orden judicial y entregarse al juez.


Antes de entregarse, el candidato favorito de las próximas elecciones en su país fue llevado en andas por sus seguidores, quienes lo acompañaron hasta los últimos minutos de su libertad, cuya interrupción marca un hito en el avance de la derecha en la región y abre la puerta a hechos políticos inéditos que dependerán de la reacción de las clases populares.






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