01/01/2022

Culturas

Por qué el 1 de enero es el Año Nuevo

Por: Juan Manuel Aragón
El emperador Julio César cambió la celebración de marzo a enero, dedicado al dios Jano y el mes en que los cónsules asumían el nuevo gobierno.
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El emperador Julio César cambió la celebración del comienzo de año de marzo a enero.

El 1 de enero es Año Nuevo. Aunque el mundo sigue celebrando el Año Nuevo el 1 de enero, pocos saben que, en sus inicios se conmemoraba en marzo, pero gracias al emperador Julio Cesar, el primer día del año pasó a ser el 1 de enero de cada año.

La razón fundamental de esta decisión es que en la antigua Roma, era en el undécimo mes (enero), cuando los cónsules asumían el nuevo gobierno. Por esta razón enero era el mes dedicado a dios Jano, el patriarca de las entradas y los nuevos comienzos.

Hoy, la llegada del Año Nuevo, sigue teniendo el mismo significado que para los romanos en el año 47 a.C. un nuevo inicio para reescribir nuestro destino.

De acuerdo a la cultura, costumbres y tradiciones, en cada país, la celebración tiene varios matices con el mismo fin: iniciar un nuevo año con los mejores deseos y expectativas por cumplir.

En el Japón, de acuerdo a la tradición, los templos acostumbran tañir 108 campanadas, que simbolizan los 108 pecados terrenales del ser humano que es necesario eliminar, para recibir el nuevo año con el alma purificada. Se encienden inciensos para celebrar y rezan dando tres palmadas. En Egipto la gente se congrega en la mezquita de Muhammad Alí, para observar la luna y esperar la llegada del nuevo año. En las ciudades del Sur de Italia como Sicilia y Nápoles lanzan muebles y objetos viejos por la ventana, para despojarse de lo negativo que les ha acontecido durante el año viejo y recibir todo lo mejor en el año nuevo.

En las Filipinas las mujeres acostumbran vestir ropa con lunares y colocan en un bolsillo monedas que hacen sonar, para atraer la fortuna y buena salud. En Irlanda acostumbran a golpear los muros y puertas de las casas con una barra de pan, para atraer la buena suerte y que no falten los alimentos en el año que comienza. En Dinamarca al finalizar la cena de Nochevieja los daneses acostumbran romper platos contra la pared en la entrada del hogar, como una forma de expresar los mejores deseos a las personas queridas, así como despojarse de malos augurios para recibir al nuevo año.

En otros países como Escocia, de acuerdo a ritos antiguos de sus antepasados celebran el año nuevo con la tradición del fuego, conocida como Hogmanay. Portan una antorcha, colocando una bola de fuego en el extremo de una cuerda y la ondean al cielo, para purificar el espíritu y atraer la luz al año venidero. Los brasileños se visten de blanco para recibir al nuevo año. A las 12 de la noche saltan sobre las olas de la playa durante siete veces seguidas para atraer la buena suerte y en honor a Iemanjá, diosa de los océanos. En la India el año nuevo hindú (Diwali) se celebra con un ritual denominado Rangoli desde hace más de 5.000 años. Se diseñan figuras y dibujos, rellenándolas con polvo de diferentes colores y colocando lámparas de aceite para iluminar los dibujos. En la China se hacen desfiles con figuras emblemáticas de dragones y se iluminan las calles con lámparas y faroles de color rojo, que simboliza la protección y la buena suerte.

En el judaísmo, el calendario se inicia en el mes de Tishrei entre los meses de septiembre y octubre, por tratarse de un calendario lunar. El primer día de Tishrei se celebra la festividad de Rosh Hashaná. Según la Torá, el inicio del año comienza en el mes de Nisán, conmemorando la salida de los judíos de Egipto en el Éxodo. Significa un tiempo de reflexión y de despertar espiritual, así como de reunión y reconciliación con seres queridos (familiares y amigos).

El año del calendario musulmán o islámico (denominado Muharram) es lunar y dura 354 días (355 en años bisiestos). Celebran el año nuevo musulmán o Hégira, cuya festividad coindice con el primer día del año del calendario islámico o Muharram. Marca la migración (hégira) del profeta Mahoma, cuando viajó de La Meca a Medina para fundar la primera comunidad musulmana en 622 antes de Cristo.

La Iglesia ortodoxa celebra el año nuevo mismo día que la Iglesia católica. Algunas Iglesias Ortodoxas del Este ubicadas en Rusia y Serbia se rigen aún por el calendario Juliano para celebrar las fiestas de año nuevo el 14 de enero.

Las Iglesias protestantes celebran el año nuevo el 1 de enero, a excepción de los Testigos de Jehová, Amish, Menonitas, Shakers, entre otros, que no lo celebran.

La Iglesia vetero-católica lo celebra el día 4 de febrero, según el calendario gali-católico.

El budismo  se rige por el calendario lunisolar budista. Algunos países budistas como Sri Lanka, Camboya, Birmania, Tailandia y Laos celebran durante 3 días la llegada del nuevo año, con la primera luna llena en abril del calendario gregoriano.

Los países de mahāyāna (una de las ramas del budismo) lo celebran el día de la primera luna llena de enero del calendario gregoriano.

En China, Vietnam y Corea es en enero o los primeros días de febrero, y en el Tíbet se celebra en marzo.

El nuevo año persa, Nouruzo Nowruz (que significa "Nueva Luz" o "Nuevo Día") coincide con el equinoccio de Primavera, entre el 20 y 22 de marzo. Es una tradición en Irán, Turquía, Afganistán y otras naciones de Asia central.Es de gran importancia para los seguidores de la fe baha'i y los musulmanes shiitas.La celebración de año nuevo puede durar varios días, festejando con comidas especiales y encuentros familiares.

Otras conmemoracioes del 1 de Enero

En Brasil, Confraternización Universal, en Cuba el día Triunfo de la Revolución Cubana, en Sudán, Haití, Brunéi y Australia es el Día de la Independencia.

Los católicos celebran la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios en la octava de la Navidad de Jesucristo y en el día de su Circuncisión. Y a los santos Basilio Magno, obispo,Justino de Chieti, obispo, Almaquio, mártir, Eugendo, abad de Condat, Fulgencio de Ruspe, obispo, Claro de Vienne, abad del monasterio de San Marcelo, Frodoberto de Troyes, fundador y primer abad del monasterio de Celle, Guillermo de Fécamp, abad de San Benigno de Dijon, Odilón de Souvigny, abad de Cluny, Zdislava y los beatos Hugolino de Gualdo Cattaneo, anacoreta, José María Tomasi, presbítero de la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos y cardenal, Juan Lego y Renato Lego, presbíteros y mártires, Vicente María Strambi, obispo de Macerata y Tolentino, de la Congregación de la Pasión, Valentín Paquay, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, Segismundo Gorazdowski, presbítero, ;ariano Konopinski, presbítero y mártir.

Juan Manuel Aragón                   

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