Efecto coronavirus: más porteños consultan para ir a vivir a zonas rurales

El aislamiento por el coronavirus que se vive en todo el país, generó que algunas personas estudien seriamente la posibilidad de ir a mudarse a pequeños pueblos, sobre todo de algunas provincias que no tienen muchos habitantes.

La directora ejecutiva de la Fundación Es Vicis, Cintia Jaime, aseguró que el número de interesados en repoblar pueblos del interior "creció 10 veces en relación a marzo" y "siguen en alza" las consultas realizadas a esta ONG cuyo fin es contribuir a revertir la constante migración a las ciudades.

Qué dice la Cámara Inmobiliaria

Alejandro Bennazar es presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina y advierte que "cambió el perfil del comprador", que actualmente sacrifica comodidades internas y cercanía, por un balcón o patio y contacto con la naturaleza.

“Aumentó mucho la consulta por propiedades retiradas de las grandes urbes porque también varió el perfil del comprador, que hoy prefiere más un lugar con esparcimiento que la comodidad dentro del hogar, algo impensado antes”, sostuvo.

Bennazar señaló que "si es departamento, la condición es que tenga un balcón o amenities; y si es casa, están dispuestos a alejarse de la ciudad para mejorar la calidad de vida con un mayor contacto con la naturaleza, siempre que haya buena conectividad".

Para el titular de la cámara, la modificación es efecto de la cuarentena más que de la situación económica, que por un lado implicó "un cambio radical de vida" con mucha permanencia dentro de los hogares y, por otro, demostró la potencialidad del "home office". 

“Bienvenidos a mi pueblo"

Desde hace cuatro años la fundación suiza Es Vicis desarrolla en Colonia Belgrano, un pueblo de Santa fe, una prueba piloto del programa “Bienvenidos a mi pueblo” que convocó a familias de grandes ciudades a vivir a Colonia Belgrano, un pueblo de 1300 habitantes en el centro oeste santafesino.

Durante el proceso de preselección, miles de familias de todo el país se inscribieron en el programa para poder mudarse a Colonia Belgrano en busca de un nuevo comienzo, pero el proyecto terminó acotándose a los inscriptos en la provincia.

Entre los porteños que decidieron mudarse a pequeñas localidades del interior bonaerense, se cuenta la periodista Candelaria Schamun (38), quien hace dos años cerró para siempre la puerta del PH que alquilaba en Parque Avellaneda para irse a vivir con su perro y su gata a un pueblo bonaerense de 523 habitantes y calles de tierra, a 120 kilómetros de Capital.

"La pandemia funciona como una espejo para medir dónde estamos y si estamos porque queremos o estamos obligados y nos queremos ir, y hay un montón de gente que se está replanteando irse", dijo.

Además, "muchas pibas y pibes que se fueron a Buenos Aires y vivieron años allá, ahora están volviendo", contó Schamun a Télam.