26/04/2016

Argentina

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Violento escrache a Zannini a bordo de un avión

El ex candidato a vicepresidente fue increpado por otros pasajeros, el hecho se suma al que sufrió en La Bombonera el domingo. Funcionarios kirchneristas salieron en su defensa.

El ex funcionario del Kirchnerismo Carlos Zannini sufrió un violento escrache a bordo de un avión en el que se disponía a viajar, cuando fue reconocido e increpado por otros pasajeros, simpatizantes del actual presidente Mauricio Macri.

El hecho se suma al que vivió el ex candidato a vicepresidente en La Bombonera el pasado domingo, por lo que dirigentes del Frente Para la Victoria se expresaron en su respaldo. "No es la forma de expresar una posición política", dijeron.

Daniel Scioli, ex compañero de fórmula de Zannini, explicó: "Todo acto de intolerancia en una etapa en la que se suponía que uno de los compromisos era promover la unidad nacional, la convivencia democrática, el respeto, que ocurran estas cosas realmente lamentable" mientras el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, afirmó que "lamentablemente, es algo que forma parte de una idiosincrasia de aquellos que entienden la política en un marco en el que el agravio personal forma parte de una práctica".

"Es una práctica política que nosotros nunca compartimos. Es una expresión de una suerte de exacerbación que no es conducente a resolver ninguno de los problemas que tenemos", agregó. En ese sentido, el dirigente gremial concluyó: "No creo que nadie que quiera transformar al país para bien de la mayoría lo comparta. No es la forma de expresar una posición en la política".

El primer escrache fue en la Bombonera, donde fue insultado fuertemente por varios hinchas xeneizes durante el superclásico entre River y Boca.


El segundo tuvo lugar en un vuelo rumbo a Miami, donde le gritaron "Caradura", "Zannini ladrón", "vos seguís afanando", "¡andate, rata!", "basura", "¡viajá por Aerolíneas (Argentinas)!", entre otras frases. Además, otros pasajeron propusieron que Zannini no se tome el vuelo, al grito de "¡lo tenemos que bajar, si no no nos sentamos!". El ex funcionario permanecía fijo y silencioso en su asiento.






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