La inflación afecta el poder de compra: un trabajador formal puede adquirir 41 kilos menos de asado que en 2018

El aumento de los precios de la carne vacuna en febrero ha impactado significativamente en el poder adquisitivo de los trabajadores formales en Argentina, quienes ya enfrentan la pérdida del 21% de su capacidad de compra en los últimos tres años. 

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Según los datos del Ministerio de Trabajo, el salario promedio de los trabajadores registrados finalizó en diciembre de 2022 en $194.175,11 mensuales, que equivale a unos 156,7 kilogramos de asado. 

Esta cifra representa una mejora en comparación con la capacidad de compra de 112,7 kilogramos de asado en diciembre de 2020. Sin embargo, en diciembre de 2019, este mismo salario equivalía a 197,7 kilogramos de asado. 

Por lo tanto, los trabajadores formales han perdido alrededor de 41 kilogramos de capacidad de compra desde 2019. La inflación continúa afectando negativamente los ingresos y, en el caso de los trabajadores informales, el impacto es aún mayor, debido a la falta de paritarias para mejorar los salarios.

La situación económica ha llevado al consumo de carne a sus niveles más bajos registrados. Según el último relevamiento de la Cámara de la Industria y Comercio de la Carne (CICCRA), el consumo promedio per cápita de carne en enero de este año fue de 49,6 kilogramos, un 4% más que en enero de 2022, pero un 12,3% menos que en el mismo período de 2019. 

En 2021, los aumentos en el precio de la carne obligaron al Gobierno a cerrar las exportaciones, lo que generó una sobreoferta y una reducción temporal de los precios. Sin embargo, la situación se ha revertido y los precios de la carne están aumentando nuevamente. 

Para intentar contener la situación, se ha anunciado un nuevo programa dentro de Precios Justos que incluye devoluciones para quienes compran con tarjeta de débito, aunque su efectividad se considera limitada.

Durante el período acumulado entre enero de 2022 y 2023, el consumo promedio per cápita de carne vacuna registró un aumento del 4% en enero de este año en comparación con el mismo mes del año anterior, pero una disminución del 12,3% en comparación con enero de 2019. 

A pesar de que la inflación en enero fue del 6%, no incluyó los aumentos de precios en carne vacuna debido a la falta de oferta y la sequía, los cuales se trasladaron a los precios en febrero. 

Según los economistas, es probable que el índice de precios supere el registro del primer mes del año, lo que dificulta la meta del gobierno de acumular un aumento del 60% para diciembre. 

En febrero, el índice de precios al consumidor de Ecolatina en el Gran Buenos Aires aumentó un 6,6%, impulsado en gran parte por el rubro de alimentos y bebidas, con la carne vacuna liderando el mayor incremento mensual histórico del IPC.