Los precios de la carne vacuna se reducen en un 30% desde 2019

Un informe del mercado ganadero Rosgan evidencia que el poder adquisitivo de la población ha disminuido año tras año. Con un ingreso medio, en el tercer trimestre de 2022 se podían comprar 66 kilos de carne vacuna al mes, lo que representa una disminución del 30% en comparación con 2019, cuando se podían adquirir 95 kilos con el mismo ingreso. En 2017, el poder de compra del salario era de 110 kilos y ha disminuido constantemente desde entonces.

El informe destaca que este deterioro del poder adquisitivo es uno de los factores que genera resistencia a la hora de convalidar los ajustes de precios. 

Los valores de la carne suelen ajustarse al alza durante marzo y abril debido a una mayor demanda, pero durante el segundo semestre del año pasado, el precio de la carne vacuna aumentó menos que el resto de los bienes y servicios, lo que generó un retraso del 56% contra la inflación a principios de este año.

El Rosgan explica que la combinación de una demanda debilitada por la erosión del poder adquisitivo y una oferta elevada de hacienda, debido a la sequía, genera un escenario poco propicio para que el precio de la carne logre acompañar el ritmo de ajuste que impone la inflación, con tasas fluctuando en torno al 8% mensual. A pesar de esto, las estadísticas de consumo de carne vacuna muestran una sorprendente recuperación.

Consumo

El consumo per cápita de carne vacuna ha aumentado en un 3,6% en comparación con el año anterior, alcanzando los 49,7 kg/hab/año en promedio, mientras que el gasto mensual promedio en pesos constantes ha disminuido en un 5,1%, situándose en $7.565 por habitante. 

Sin embargo, este aumento en el consumo no se debe a una mayor demanda de los compradores, sino más bien a una mayor oferta ganadera debido a la sequía, lo que ha provocado una recuperación del consumo doméstico aparente, aunque los precios siguen siendo bajos.

Los datos del primer trimestre del año indican que se produjeron más de 800.000 toneladas de carne vacuna, de las cuales se exportaron 220.000 toneladas, dejando unas 580.000 toneladas para el mercado doméstico, lo que representa un aumento del 11% en comparación con el año anterior. 

Se espera que esta alta oferta se mantenga durante gran parte del año, ya que el factor climático sigue influyendo y se espera que la salida de hacienda aumente durante el invierno. 

Según el informe, los datos de abril muestran un aumento del 9,5% en la traslación de animales a la faena, lo que representa un aumento acumulado de casi 12 puntos porcentuales en los primeros cuatro meses del año.