06/03/2021

Culturas

Empanadas de carne y de pollo… pero ¿de qué son las de pollo?

Escribe Juan Manuel Aragón - (Especial para El Diario 24)
Empanadas de carne y de pollo… pero ¿de qué son las de pollo? | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Empanadas de carne y de pollo… pero ¿de qué son las de pollo?

En las provincias había dos clases de empanadas, unas con carne de res y otras con carne de gallina. La desaparición de los gallineros y el advenimiento de los generosos —a su pesar— pollos doble pechuga, cambiaron un poco el nombre y mínimamente, el sabor. Las de gallina eran fritas en grasa, las de vaca se hacían al horno.

En el norte de la Argentina había alguna confusión, pues los santiagueños a la empanada frita le dicen pastel o pastelito. Detalle menor, como que al panchuker de Santiago en Tucumán le dicen panchuke.

Pero de un tiempo a esta parte, se empezó a hablar de empanadas de carne y empanadas de pollo. A muchos no les llama la atención y pasan de largo por los carteles llamando a comer una u otra.

Pero a otros les molesta y razonan, si unas son de carne y otras de pollo, las de pollo deben tener otro ingrediente que no es carne, si no, para qué diferenciarlas. Cuando comenzó la moda, algunos se acercaban a los vendedores para averiguarles de qué estaban hechas las de pollo. ¿De plumas, picos, patas, crestas?

Usted dirá con algo de razón: “Pero miralo a este, las tonteras que escribe habiendo tantos problemas”. Le respondo, dos puntos. El idioma es un asunto importante como para dejarlo en manos de los cocineros. Dicho sin ánimo de ofender a trabajadores de las ollas y sartenes, a quienes tampoco les gustaría ver a un lingüista dando lecciones sobre tortillas de papas. Y porque se me canta.

Juan Manuel Aragón                   

Leer más notas de Juan Manuel Aragón




Recomienda esta nota: