08/01/2017

Tucumán

Quitaron el crucifijo de la Casa Histórica y se desató una fuerte controversia

“No existe documentación que avale la pertenencia y uso de la cruz por el Congreso”, argumentó la directora Patricia Fernández Murga. La decisión disgustó y su futuro depende de la Nación.
Quitaron el crucifijo de la Casa Histórica y se desató una fuerte controversia | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Sala de la Jura de la Independencia.

La Dirección de la Casa Histórica descolgó el crucifijo presente desde 1973 en la Sala de la Jura. Patricia Fernández Murga, directora interina de la Casa Histórica, ordenó el cambio argumentando que “no existe documentación que avale la pertenencia y uso de la cruz por el Congreso”. La medida, efectuada el 23 de agosto de 2016, no pasó inadvertida para tres vecinas de esta ciudad y practicantes de la fe católica, quienes sostienen que la verdad y la historia demandan la restitución inmediata del crucifijo. 


En el medio de ambas posturas antagónicas quedó el Ministerio de Cultura de la Nación, que aún no se ha pronunciado ni a favor de la Dirección de la Casa Histórica ni a favor de las impugnantes, según informó La Gaceta. La sede de la Asamblea que declaró la Independencia depende de la Dirección Nacional de Museos a cargo de Rocío Boffo. Mientras Cultura reflexiona sobre el asunto, el Cristo donado por parientes del gobernador Bernabé Aráoz “espera” en el área de reserva del edificio. En medio de la controversia, un crucifijo pequeño fue colocado sobre la mesa del escritorio donde hace 200 años debió situarse Francisco Narciso Laprida. La solución no contentó a quienes reclaman una marcha atrás.


María Lilia Rodríguez del Busto, María Inés Torino y Florencia Nucci aguardan una respuesta desde el 30 de agosto de 2016. Ese día, estas tres ciudadanas que se definen como practicantes activas de la fe católica enviaron una carta documento a Patricia Fernández Murga, directora interina de la Casa Histórica, para solicitar la restitución de la Cruz de Jesucristo al Salón de la Jura. “La decisión de quitar la pieza y de proyectar un escudo en su lugar constituye una afrenta a la tradición cristiana de nuestro pueblo, una provocación innecesaria a la grey identificada con la fe cristiana (que es anterior a la Patria) y la negación de la historia misma”, expresaron.


Las mujeres aseguran que lo más les fastidia es la falta de explicaciones. “No hay coraje para enfrentar la situación”, dijo Torino. Dicen que la carta documento originó un expediente en el Ministerio de Cultura de la Nación; que saben que Fernández Murga redactó un informe; que se entrevistaron con Arturo Lazarte, veedor de la Casa Histórica, y que intentaron sin suerte acceder a las actuaciones y a las autoridades que han de expedirse sobre el conflicto.


En ese afán, enviaron una nota al ministro Pablo Avelluto donde recuerdan que el presidente Nicolás Avellaneda escribió que el Congreso de Tucumán fue patriota y religioso en el sentido riguroso de la palabra. “Es decir, católico como ninguna otra asamblea argentina (...) Los congresales se emanciparon de su rey tomando todas las precauciones para no emanciparse de su Dios y de su culto... Querían conciliar la vieja religión con la nueva patria”, expresó Avellaneda.


Rodríguez del Busto, coordinadora del Comité Episcopal del Bicentenario, y Torino consideran que sacar el crucifijo equivale a borrar la verdad, y no se contentan con el Cristo pequeño que, a posteriori de la remisión de la carta documento, la Dirección de la Casa Histórica colocó sobre el escritorio del Salón. “Ese tipo de objeto es propio de un altar: no corresponde que esté ahí. Guste o no, había una primacía del catolicismo”, precisan.


"La pieza fue quitada arbitrariamente porque nadie sabe a ciencia cierta qué queda del Congreso de 1816 pero sí sabemos de su espíritu religioso”, se quejó Rodríguez del Busto.


Desde agosto, el Salón exhibe un escudo nacional.


Por su parte, la Dirección Interina de la Casa Histórica retiró el crucifijo luego de una investigación exhaustiva y tras concluir que no correspondía que estuviese ahí. Esta explicación surge de la nota que la directora Patricia Fernández Murga dirigió a Rocío Boffo, directora nacional de Museos, a propósito del expediente que iniciaron tres ciudadanas y practicantes de la fe católica para restituir el Cristo. A partir de agosto, el Salón exhibe un escudo nacional inspirado en la hipótesis del arquitecto Juan Carlos Marinsalda. Según Fernández Murga, la idea de proyectar la imagen obedece a la pretensión de evitar “otro caso de falso histórico”.


“No existe documentación que avale la pertenencia y uso de la cruz por el Congreso”, manifestó la directora en el escrito que mandó a Boffo el 21 de octubre. La funcionaria informó que la iconografía de referencia es posterior a 1816 y no permite sino recorrer representaciones sin fundamento documental, y que el texto más antiguo que menciona el objeto es un inventario de la Comisión de Amigos de 1975, que no hace referencia a que los congresales lo hayan usado. E insistió en que este no aparece a ciencia cierta en ninguna de las publicaciones contemporáneas sobre la asamblea que declaró la Independencia y que incluso el historiador Carlos Páez de la Torre (h) había admitido que son pocos los datos existentes sobre el ajuar de la Sala de la Jura (ese autor se pronunció a favor de reincorporar la pieza).


La directora de la Casa Histórica manifestó en instancias académicas que, en 1973, la Comisión de Amigos hizo una intervención profunda de la Sala de la Jura con motivo de la recepción de autoridades de la Acción Católica Argentina y que en ese ámbito unas descendientes del gobernador Bernabé Aráoz donaron el crucifijo que había pertenecido a su antepasado: “este fue colgado en la cabecera del Salón en reemplazo de una placa de bronce con el texto del Acta de la Declaración de la Independencia. Diez años después, el crucifijo era presentado como parte del equipamiento original del Congreso, un potencial falso histórico que fue consolidado al inventariarse las piezas con esta atribución”.




Recomienda esta nota: