Por qué el 10 de julio es el Día del Comerciante Argentino

El 10 de julio es el Día del Comerciante Argentino. La fecha recuerda que el 10 de julio de 1854 fue fundada la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, institución que tuvo gran influencia en el desarrollo mercantil del país.

El comercio es la base de la prosperidad económica de las naciones, bajo su influencia las ideas políticas se llevaron a lugares lejanos y gracias a la fuerza e industria de sus mentores, se hicieron grandes varios pueblos desde la antigüedad más remota, como los fenicios o los mismos griegos.

Durante mucho tiempo, en esta parte del mundo fue una actividad mal vista, se decía que era un trabajo de especuladores que, lo único que veían en los otros era su capacidad de compra. En algunos contextos tildar a alguien de “comerciante”, es un insulto de los peores.

Los prejuicios llevaron a que, en ciertas épocas de la economía de la Argentina, fueran señalados como los grandes culpables de los males económicos del país: se los acusó principalmente de ser acaparadores y especuladores, aunque esas son, justamente dos de las principales cualidades que debe tener un buen comerciante.

Hay gremios cuyos asociados suelen afirmar que trabajan por razones altruistas. Así hay médicos que dicen estar interesados en la salud de la población, pero en el fondo lo único que les interesa es el dinero, lo mismo sucede con abogados, ingenieros. Los únicos que afirman que el objeto de sus afanes es conseguir dinero son los comerciantes y en este sentido constituyen el gremio más honesto de todos

Otras recordaciones del 10 de julio

También es Día de la Ganadería en la Argentina. En Chile es el Día del Bibliotecario, en Las Bahamas de la Independencia en Mauritania de las Fuerzas Armadas. También es el día de Los Beatles y del Carpincho.

Los católicos recuerdan a San Cristóbal de Licia, patrono de los transportistas y conductores. Y también a los santos Amalberga de Tamise, Apolonio de Sardes, Bianor de Pisidia, Silvano de Pisidia, Pascario de Nantes, Pedro Vincioli y los beatos Manuel Ruiz y compañeros y María Gertrudis de Santa Sofía.

Juan Manuel Aragón