24/06/2021

Culturas

receta especial

Sopita de gallina para la compostura, santo remedio

Escribe Juan Manuel Aragón - (Especial para El Diario 24).
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Sopita de gallina para la compostura, santo remedio

Una comida injustamente olvidada, ahora que estamos en un tiempo más fresquito es la muy sabrosa sopa de gallina. La receta es simple, se la hierve junto a una cebolla, pimiento, zanahoria, perejil, tal vez ajo y sal y pimienta. Cuando está por estar, se le agrega un puñado de arroz. Listo.

Algunos la tienen por comida pesada, porque le ven esa grasita por encima, pero es lo que le otorga su característico sabor y la hace nutritiva. En Santiago del Estero cuando el lunes venía mal barajado, los hombres solían ir al mercado Armonía, a un puesto que daba sobre la Pellegrini y la pedían para la compostura, y aunque usted no lo crea, santo remedio era.

Los pollos eran hijos legítimos de las gallinas y los gallos, alimentados con maíz, pastito y bichitos que tispeaban cerca de las casas. Ahora es imposible averiguar de qué fábrica de antibióticos han salido, qué cruzas raras hubo que inventar para hacerlos, qué multinacional se lleva los beneficios económicos de un bicho tan simple.

Para decirlo de una vez, la sopita y su consecuencia, el puchero de gallina, están entre los manjares de todos los días de las mesas de los pobres. Quienes han puesto al pollo como rey de la cocina argentina, sacaron de circulación a sus madres, quién sabe por qué designios raros, modernos, escabrosos.

En el mercado Armonía de Santiago ya no venden gallinas vivas, como antes. Al salir de circulación no solamente las perdimos a ellas, detrás se fueron también las manos de nuestras madres, que con tanta habilidad les retorcían el cogote para brindarnos su amor de olor a cebolla, entre ollas y sartenes renegridas de una infancia feliz.

Juan Manuel Aragón                   

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