08/09/2021

Opinión

Consejos para conservar el trabajo y ser un empleado ejemplar

Escribe Juan Manuel Aragón - (Especial para El Diario 24).
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Consejos para conservar el trabajo y ser un empleado ejemplar

Cada vez que leo los consejos de lo que no se debe decir en un trabajo, me parece que fueron escritos por los capangas de las empresas que, si te agregan una tarea y vos preguntas cuánto de aumento habrá por la nueva responsabilidad, responden: “Vos siempre dando problemas”.

Te contrataron para llenar la forma A25, pero apenas le agarras la mano y la haces de taquito, aparece el jefe avisándote: “A partir de mañana te duplicamos el laburo”. Según ellos, debes quedar muzzarella. Porque callarse es parte del “Manual de Comportamiento que se espera de los Empleados Ejemplares”, que sacarán a relucir cada vez que te quejes por algo.

Un buen día te ponen de ayudante a un pariente del dueño, te piden que le tengas paciencia y le enseñesa llenar la forma A25. Cuando entraste, a vos te dijeron: “Che, metele nomás” y no te dieron más indicaciones; al principio te quedabas hasta después de hora porque no le agarrabas la mano. A este le explicas un día, no capta, al siguiente, tampoco. Le dices del derecho, se lo pones del revés, menos. A los dos meses vas a protestar porque haces la forma A25, las nuevas tareas y las del nuevo, que se rasca a cuatro manos. Te sacan carpiendo por intolerante. Al cabo de seis meses, el nuevo no entiende cómo se hace la forma A25 ni ningún otro laburo de la oficina, pero ya es jefe.

Un día mandas un mensajito a tu inmediato superior: “Necesito una abrochadora, la que tenía no sirve”. No te responde. A la semana insistes, silencio stampa. Listo, no pides más, pegas los papeles con alfileres. Un buen día se presenta il capo di tutti gli cappi en tu oficina. ¿A qué se debe el honor?, a que los papeles no van bien abrochados. Le cuentas que avisaste la falta de un aparato para eso y pediste uno nuevo. El capo se da vuelta para preguntar a tu jefe si es cierto: “Él siempre nos da problemas”, responde el otro. Te miran todos con odio. Al día siguiente, de mala manera, te tiran una abrochadora en el escritorio.

Si sos empleado raso, la mejor manera de ascender en el trabajo es mostrar una amplia sonrisa ante los jefes, declararte inútil para cualquier tarea, hacerte amigo para salir a tomar algo a la salida. Y no te olvides de cambiar el vocabulario, en vez de “espere”, decí “aguarde”, en vez de “no está”, decí “no se encuentra” y en vez de “no puedo seguir deslomándome como un burro”, decí “veré como sigo cumpliendo con mi tarea con más eficiencia, pero si me baja el sueldo, seré mejor empleado”.

Después te disputarán varias empresas, ya verás.

Juan Manuel Aragón

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