Larreta quiere salir de la cuarentena pero con controles muy rigurosos

El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta llevó a la Casa Rosada algunas propuestas de actividades que quiere abrir a partir de la semana que viene, un borrador que se definirá en las próximas horas. Por su parte, Alberto Fernández remarcó horas después ante las radios que “a los que dicen que hay que salir ya de la cuarentena les digo que eso es llevar a la muerte a miles de argentinos” y pidió “a la gente que reflexione”(ver nota aparte). Tampoco Horacio Rodríguez Larreta cree que es momento de terminar con la cuarentena.

La fatiga de los vecinos que vienen mostrando más presencia en las calles y las demandas por reanudar la economía, mantienen al jefe de Gobierno porteño atento a cuáles actividades se pueden abrir a partir de la semana que viene, con la consigna de que, si la curva de contagios modifica su comportamiento, se puede regresar a un aislamiento más estricto. “Una apertura paulatina”, señala el Gobierno porteño, que ya tiene algunas imposiciones como el uso obligatorio del barbijo casero en toda la Ciudad.

Los números de los especialistas que analiza Larreta le arrojan que si bien las semanas anteriores se sumó una explosión de contagios en los barrios vulnerables de la Ciudad, en su mayoría en la Villa 31, en los últimos días el conteo se muestra “en serrucho” como en un sube y baja.

El último informe de la Ciudad arrojó 1365 casos de enfermos de Covid-19, con 84 fallecidos, lo que reporta una tasa de letalidad del 6,15%, un número alto.

Para el Gobierno porteño los números de la última semana reflejan una “cierta estabilidad de la curva” que le posibilitaría permitir que se retomen obras en construcción, con el seguimiento de un protocolo. Una de las propuestas es que las propias empresas dispongan de micros o combis para trasladar a los obreros y que terminen la jornada antes de la llamada hora pico. El temor en el funcionamiento de las flexibilizaciones sigue siendo el uso del transporte público si no se controla el cumplimiento de los protocolos.

La propuesta que llevó Larreta debe estar en sintonía con las medidas del Gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires, por eso en la mesa estuvieron el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós; el de Interior nacional, Wado De Pedro; el jefe del Gabinete nacional, Santiago Cafiero, y, en forma virtual, el gobernador Axel Kicillof,

Por un lado Larreta busca imponer un protocolo para el “take away” que de hecho funcionaba en muchos locales de comida, pero no está validado. Le podrán determinadas reglas entonces al retiro de pedidos en los locales que seguirán sin atención al público en sus instalaciones. También se analiza permitir la apertura de comercios de distintos rubros que ahora solo pueden apelar a ventas telefónicas o por internet.

Además, la apertura que propone el jefe de Gobierno la sujeta a que “todos seamos conscientes y responsables y nos adecuemos a los protocolos y al distanciamiento social”. Espera que los porteños por su propia iniciativa refuercen las reglas, como la distancia en las calles entre las personas, el uso de barbijo y alcohol en gel o lavado frecuente de manos, además del aislamiento, especialmente en los mayores.

Según el Gobierno porteño, si la curva “despega”, es decir se rompe la estabilidad y crecen los casos más de lo previsto, “ volvemos a la cuarentena total”.