08/06/2018

Argentina

Ahora el FMI pide "un fuerte compromiso de la sociedad argentina"

El jefe de la misión para Argentina señaló que el programa presentado por el Gobierno para acceder a los u$s 50 mil millones es un plan "factible, realista", aunque habrá que afrontar el fuerte ajuste al que se comprometió el Gobierno.
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Los funcionarios del organismo esperan que el gobierno pueda cumplir con las exigencias del crédito.

Tras sellarse el acuerdo entre el FMI y la Argentina por u$s 50.000 millones, el jefe de la misión para Argentina, Ricardo Cardarelli, señaló que el programa presentado por el Gobierno es un plan "factible, realista", que "requiere de un fuerte compromiso político y de toda la sociedad argentina".


En ese sentido, desde el organismo multilateral de crédito destacaron la decisión del Gobierno por "moverse rápido" y generar una "línea de defensa financiera". El organismo internacional cree que la Argentina está en el camino correcto y el Gobierno reaccionó de manera oportuna para fortalecer a la economía y resguardarla del azote de los mercados.


Sin embargo, los técnicos que siguen al país y negociaron el préstamo stand by con los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri creen que uno de los riesgos del programa está en la política, ante la necesidad de construir fuertes consensos para llevarlo a la práctica.


Cardarelli y Alejandro Werner, los dos economistas del Fondo al frente de la relación con la Argentina, reconocieron en un encuentro con periodistas en Washington que uno de los temas centrales de las negociaciones fue la viabilidad política del acuerdo ante el fuerte ajuste al que se comprometió el Gobierno. Hubo preguntas a los funcionarios argentinos, que respondieron con las leyes consensuadas con la oposición en los últimos años.


Respecto al apartado sobre la cuestión social incluido en el acuerdo de tres años con Argentina, Cardarelli sostuvo que no es el primero que la institución tiene con países miembros, aunque reconoció que "es un foco que ahora cobra más atención respecto a años anteriores".


Por su parte, el director del FMI para la región Alejandro Werner señaló que en este momento ven "una economía en Argentina que está en el camino correcto". "Por lo general en esta institución no vemos gobiernos que a las pocas semanas de enfrentar un cambio en las condiciones actuaron de manera tan oportuna, y eso nosotros creemos que también va a ayudar a que el rebote económico se de más rápido que en otras situaciones", explicó el funcionario del FMI.


"Esperamos que, en los elementos de política que están incluidos en el programa, se logren estos consensos", indicó Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo. "Los argumentos que hicieron las autoridades argentinas en las últimas semanas fueron convincentes en términos de la viabilidad en que este programa tiene un nivel de viabilidad, en términos de implementación, alta", agregó.


Cardarelli, quien tiene previsto viajar al país en agosto en la primera misión del acuerdo, insistió en más de una ocasión que el programa es realista y factible. Pero, también, remarcó que el ajuste fiscal requerirá de un "fuerte compromiso político". No sólo ya de la clase política: de toda la sociedad.


"Tenemos la convicción que todas las medidas que hemos discutido en las últimas tres semanas son medidas factibles, realistas, pero es claro que son medidas que requieren de un fuerte compromiso, yo diría, de toda la sociedad argentina", indicó Cardarelli.


Werner se preocupó por marcar diferencias respecto del fatídico 2001, cuando el fuerte ajuste fiscal que implementó el gobierno de Fernando de la Rúa con el blindaje financiero que aportó el Fondo terminó en la ley de "déficit cero", el corralito y el default de la deuda pública. Werner dijo que, hoy, la economía es menos vulnerable que hace 20 años.


"La economía argentina de hoy es muy diferente a la de 2001", dijo Werner.


"Vemos una economía que está en el camino correcto. Lo que pasó en marzo, abril de este año, producto del cambio en las condiciones externas, hizo patente la necesidad de que una estrategia que depende del financiamiento externo por los altos desequilibrios que heredó esta administración tenía que acelerarse, y nuestra interpretación, mi interpretación, fue que el Gobierno actuó de una manera muy, muy oportuna. Por lo general, no vemos gobiernos que a las pocas semanas de enfrentar un cambio en las condiciones actúen de manera tan oportuna. Y eso nosotros creemos que va a ayudar a que el rebote económico se de más rápido", afirmó.


Como condición para el desembolso se acordaron nuevas metas inflacionarias y de resultado fiscal. En cuanto a las previsiones inflacionarias, el acuerdo con el Fondo prevé para 2019 una suba del 17%; para 2020, 13% y para 2021 del 9%.


En lo que hace a resultado fiscal, se pactaron los siguientes: 2,7% del PBI en 2018 (contra 3,2% de las metas previas); 1,3% en 2019 (contra 2,2% anterior); equilibrio primario en 2020 (contra 1,2% previo) y superávit de 0,5% en 2021 (contra 0 de antes). Además, el Tesoro se compromete a emitir un programa de cancelación anticipada de Letras Intransferibles para que el Banco Central reduzca el stock de Lebac. (ámbito.com; La Nación)




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