05/02/2021

Sucesos

JUSTICIA

Un video muestra cómo fue la llegada de los asesinos que mataron al martillero

Había salido a mostrar una vivienda que estaba en alquiler en Hurlingham y lo mataron a golpes.

El crimen fue premeditado. Pocos días antes de asesinar al martillero público Mariano Alberto Martino, de 58 años, una mujer lo contactó y coordinó un encuentro para visitar una propiedad que el hombre ofrecía alquilar ubicada en Delfor Díaz y Villegas de la localidad de William Morris.
Cerca de las 8 de la mañana de ayer, Martino, sin sospecharlo, le abrió la puerta a la pareja supuestamente interesada en concretar la operación inmobiliaria. Segundos después de que ingresaran al domicilio, un hombre de gorra roja y mochila negra entró al lugar y la mujer se fue: como si supiera lo que estaba a punto de ocurrir.
Después, el horror: la víctima, dueña de “Martino Propiedades”, una conocida inmobiliaria ubicada en avenida Vergara al 3800 de Hurlingham, fue brutalmente asesinada. Lo hallaron muerto a golpes dentro del baño de la vivienda y atado de pies y manos con precintos plásticos. Tenía una tela alrededor de su cuello.
Tras el crimen, y según quedó registrado en distintas cámaras de seguridad, los dos sospechosos, a paso tranquilo, se subieron al Peugeot 206 gris de Martino y huyeron con algunas pertenencias de la víctima. La investigación para dilucidar el móvil del brutal crimen quedó a cargo de Leandro Ventrichelli, titular de la UFI N° 1 de Moreno, quien por estas horas ordenó distintas tareas para dar con los acusados de asesinar al martillero.
“No fue un robo, el crimen fue premeditado. Estamos rastreando las últimas operaciones que concretó Martino para intentar identificar si tuvo algún problema y para entender si por ese motivo encargaron su muerte”, reveló uno de los investigadores a Infobae. Por estas horas, las hipótesis están abiertas; sin embargo, la teoría más fuerte que persiguen los detectives es la de un crimen por encargo, una venganza. Y el hombre de gorra roja que aparece en las cámaras de seguridad ingresando último a la vivienda se cree que sería quien, además de participar del asesinato, también lo ideó.
En estos momentos, según sostuvieron las fuentes del caso, se están realizando una serie de allanamientos para dar con los sospechosos. Los allegados a la víctima, por su parte, niegan cualquier tipo de relación de Martino con algún negocio espurio que haya terminado con su muerte. Lo mismo creen los investigadores.
Lo último que supo de él su familia fue a las 7 de la mañana de ayer, cuando Martino salió de su casa y, antes de irse, le comunicó a su esposa que se dirigía a mostrarle una vivienda a una pareja. Martino se subió a su Peugeot 206 y no regresó más. Durante las horas siguientes, la familia del martillero se preocupó porque no podía comunicarse con él y su esposa fue quien a través de una aplicación logró geolocalizar el teléfono celular de su esposo en Villa Trujui, partido de Moreno.
Hasta allí se dirigió y halló el auto de su marido en el cruce de las calles Junín y Quilmes, a la vera del río Reconquista, con las pertenencias de su esposo en su interior, entre las que estaba la billetera, unas llaves y un reloj. Los bomberos voluntarios de Moreno encontraron luego, en la orilla del río, el teléfono celular de la víctima.
La mujer llamó al 911 y se dirigió luego a la comisaría 2da. de Moreno para formalizar la denuncia por averiguación de paradero. Luego, el fiscal Ventricelli, con ayuda de la familia, pudo desbloquear y acceder al contenido del celular del martillero, donde se encontraron mensajes de una conversación entre él y los presuntos clientes con los que debía encontrarse esa mañana.
A partir de testimonios y del relevamiento de cámaras de seguridad, se pudo determinar que, pasadas las 9:30, el auto de Martino circuló conducido por otra persona, por la autopista del Buen Ayre desde Hurlingham hacia el lugar de hallazgo del vehículo, acompañado por una motocicleta. Con todos estos elementos, los investigadores pudieron establecer que la vivienda de las calles Delfor Díaz y Villegas era la que el martillero había ido a mostrar a unos clientes y, al ingresar, hallaron el cadáver en el baño.
Por imágenes de cámaras de seguridad, algunas de las cuales fueron aportadas por el municipio de Hurlingham, se pudo observar que Martino llegó en su auto a las 7:41, que a las 7:53 se encontró con la pareja e ingresaron a la vivienda, y que, un minuto más tarde, entró a la propiedad otro hombre que llegó solo. Segundos después, la mujer abandonó la casa.
Según esas imágenes, a las 9:28, es decir una hora y media luego del ingreso, los dos hombres se fueron de la casa sin el martillero, a bordo del Peugeot 206 de la víctima. Por el sitio donde apareció el auto y por la denuncia original, la investigación la inició la Justicia de Moreno, pero la causa será derivada al departamento judicial Morón, ya que en su jurisdicción ocurrió el homicidio, explicaron voceros judiciales.
Fuente: Infobae
El crimen fue premeditado. Pocos días antes de asesinar al martillero público Mariano Alberto Martino, de 58 años, una mujer lo contactó y coordinó un encuentro para visitar una propiedad que el hombre ofrecía alquilar ubicada en Delfor Díaz y Villegas de la localidad de William Morris.

Cerca de las 8 de la mañana de ayer, Martino, sin sospecharlo, le abrió la puerta a la pareja supuestamente interesada en concretar la operación inmobiliaria. Segundos después de que ingresaran al domicilio, un hombre de gorra roja y mochila negra entró al lugar y la mujer se fue: como si supiera lo que estaba a punto de ocurrir.

Después, el horror: la víctima, dueña de “Martino Propiedades”, una conocida inmobiliaria ubicada en avenida Vergara al 3800 de Hurlingham, fue brutalmente asesinada. Lo hallaron muerto a golpes dentro del baño de la vivienda y atado de pies y manos con precintos plásticos. Tenía una tela alrededor de su cuello.

Tras el crimen, y según quedó registrado en distintas cámaras de seguridad, los dos sospechosos, a paso tranquilo, se subieron al Peugeot 206 gris de Martino y huyeron con algunas pertenencias de la víctima. La investigación para dilucidar el móvil del brutal crimen quedó a cargo de Leandro Ventrichelli, titular de la UFI N° 1 de Moreno, quien por estas horas ordenó distintas tareas para dar con los acusados de asesinar al martillero.

“No fue un robo, el crimen fue premeditado. Estamos rastreando las últimas operaciones que concretó Martino para intentar identificar si tuvo algún problema y para entender si por ese motivo encargaron su muerte”, reveló uno de los investigadores a Infobae. Por estas horas, las hipótesis están abiertas; sin embargo, la teoría más fuerte que persiguen los detectives es la de un crimen por encargo, una venganza. Y el hombre de gorra roja que aparece en las cámaras de seguridad ingresando último a la vivienda se cree que sería quien, además de participar del asesinato, también lo ideó.

En estos momentos, según sostuvieron las fuentes del caso, se están realizando una serie de allanamientos para dar con los sospechosos. Los allegados a la víctima, por su parte, niegan cualquier tipo de relación de Martino con algún negocio espurio que haya terminado con su muerte. Lo mismo creen los investigadores.

Lo último que supo de él su familia fue a las 7 de la mañana de ayer, cuando Martino salió de su casa y, antes de irse, le comunicó a su esposa que se dirigía a mostrarle una vivienda a una pareja. Martino se subió a su Peugeot 206 y no regresó más. Durante las horas siguientes, la familia del martillero se preocupó porque no podía comunicarse con él y su esposa fue quien a través de una aplicación logró geolocalizar el teléfono celular de su esposo en Villa Trujui, partido de Moreno.

Hasta allí se dirigió y halló el auto de su marido en el cruce de las calles Junín y Quilmes, a la vera del río Reconquista, con las pertenencias de su esposo en su interior, entre las que estaba la billetera, unas llaves y un reloj. Los bomberos voluntarios de Moreno encontraron luego, en la orilla del río, el teléfono celular de la víctima.

La mujer llamó al 911 y se dirigió luego a la comisaría 2da. de Moreno para formalizar la denuncia por averiguación de paradero. Luego, el fiscal Ventricelli, con ayuda de la familia, pudo desbloquear y acceder al contenido del celular del martillero, donde se encontraron mensajes de una conversación entre él y los presuntos clientes con los que debía encontrarse esa mañana.

A partir de testimonios y del relevamiento de cámaras de seguridad, se pudo determinar que, pasadas las 9:30, el auto de Martino circuló conducido por otra persona, por la autopista del Buen Ayre desde Hurlingham hacia el lugar de hallazgo del vehículo, acompañado por una motocicleta. Con todos estos elementos, los investigadores pudieron establecer que la vivienda de las calles Delfor Díaz y Villegas era la que el martillero había ido a mostrar a unos clientes y, al ingresar, hallaron el cadáver en el baño.

Por imágenes de cámaras de seguridad, algunas de las cuales fueron aportadas por el municipio de Hurlingham, se pudo observar que Martino llegó en su auto a las 7:41, que a las 7:53 se encontró con la pareja e ingresaron a la vivienda, y que, un minuto más tarde, entró a la propiedad otro hombre que llegó solo. Segundos después, la mujer abandonó la casa.

Según esas imágenes, a las 9:28, es decir una hora y media luego del ingreso, los dos hombres se fueron de la casa sin el martillero, a bordo del Peugeot 206 de la víctima. Por el sitio donde apareció el auto y por la denuncia original, la investigación la inició la Justicia de Moreno, pero la causa será derivada al departamento judicial Morón, ya que en su jurisdicción ocurrió el homicidio, explicaron voceros judiciales.


Fuente: Infobae
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