10/10/2017

El mundo

Puigdemont asumió la independencia de Cataluña pero pidió suspenderla por un tiempo

El presidente de la Generalitat pospuso este martes "in extremis" la independización unilateral de la región y pidió a cambio diálogo a España y mediación internacional para destrabar la grave crisis creada por su plan emancipador.
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El líder regional ha advertido que su postura de este martes no implica una renuncia a la independencia.

El presidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha afirmado este martes en el Parlament: "Asumo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en Estado independiente en forma de república", pero ha planteado al Parlament suspender unas semanas los efectos de una independencia para entrar en una etapa de diálogo.


"Esto es lo que hacemos hoy con toda solemnidad", declaró el líder en una esperada presentación tras el referéndum del 1-O. A continuación, sin embargo, agregó: "Con la misma solemnidad proponemos que el Parlamento suspenda la declaración de independencia para emprender un diálogo para llegar a una solución acordada".


Fuentes del Govern consultadas por la agencia Europa Press no han precisado si Puigdemont ha llegado a declarar la independencia de forma efectiva antes de suspenderla. El presidente ha explicado que, pese a considerar que Cataluña tiene ganado el derecho a declarar la independencia tras el referéndum, él propone dejar en suspenso esta declaración para buscar diálogo con el Estado y mediación internacional para encontrar una salida.


"Proponemos que el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible una solución acordada. El momento pide una desescalada de la tensión", ha expuesto el mandatario ante el hemiciclo. La Ley del Referéndum proponía en su artículo 4.4 que el Parlament tenía que declarar la independencia 48 horas más tarde si ganaba el 'sí' en el referéndum del 1-O.


Posteriormente, el Gobierno central ha dicho que no es admisible una declaración implícita de independencia y luego dejarla en suspenso.


La comparecencia de Puigdemont tras una de las jornadas más tensas de la historia política reciente en España se movió así entre la insistencia en el proyecto independentista al que se comprometió y el pedido de diálogo, en un intento por desactivar las posibles respuesta del Gobierno central de Mariano Rajoy.


El giro de último momento volvió así las miradas al Gobierno central, que viene descartando cualquier "mediación entre la ley y la desobediencia" y adelantó que respondería con "mano firme" cualquier forma de declaración de independencia en Cataluña, también una "diferida".


El presidente ha defendido que han llegado "desde todos los rincones del planeta" llamamientos al diálogo y a la mediación, y que es el momento de que la Generalitat y el Gobierno central atiendan a estos llamamientos. "Todas estas voces merecen ser escuchadas y todas nos han pedido que abramos un tiempo de diálogo, y, por responsabilidad y respeto, lo hago", ha concluido el presidente.


Puigdemont ha defendido que es un gesto de responsabilidad y generosidad para intentar un nuevo diálogo con el Gobierno central: "El conflicto entre Catalunya y España se puede resolver de manera serena y acordada, y por nosotros no quedará". "Al Gobierno español le pido que escuche", ha continuado el presidente, que ha reclamado que de una vez por todas la Unión Europea se implique a fondo para encontrar una solución a este conflicto.


Puigdemont ha advertido de que no renuncia a la independencia con su posicionamiento de este martes, y que sigue comprometido en que Catalunya se convierta "en un Estado independiente en forma de república". El presidente ha situado el recorte del Estatut por parte del Tribunal Constitucional en 2010 como el inicio del proceso soberanista, y ha defendido la validez del referéndum pese a las "porras" que hubo contra los ciudadanos, en alusión a las cargas policiales.


Cataluña celebró el 1 de octubre un polémico referéndum en el que el "sí" a la ruptura con España ganó con un 90 por ciento, según el "Govern". Los partidarios del "no" boicotearon la consulta, que había sido suspendida por el Tribunal Constitucional español y se llevó a cabo sin garantías mínimas.


Pese al supuesto éxito en el referéndum, el plan soberanista fue sufriendo varios golpes los últimos días por la falta de apoyo internacional, la catarata de grandes empresas que vienen abandonando Cataluña por la incertidumbre y las masivas marchas contra la independencia celebradas el fin de semana.


El jefe del Gobierno regional inició su esperada comparecencia advirtiendo de que la crisis en Cataluña es "un asunto europeo" y hablando de "la necesidad imperiosa de desescalar la tensión". "No esperen ni amenazas ni chantajes ni insultos de mi discurso", anunció. "Es momento de mucho diálogo y valentía".


Sin embargo, Puigdemont explicó luego que no acudía al Parlament a exponer una "decisión" personal, sino los resultados del polémico referéndum del 1 de octubre celebrado "en condiciones extremas", dijo sobre los enfrentamientos entre votantes y policías que tenían orden de impedir la consulta no autorizada por la Justicia. "Sobre todo quiero mandar mi solidaridad a todos o heridos y maltratados por la operación policial. Nunca lo olvidaremos", dijo en medio de los primeros aplausos de la Cámara.


"Durante este periodo millones de ciudadanos han llegado a la conclusión racional de que la única forma de mantener el autogobierno es que Cataluña se constituya en un Estado. Las últimas elecciones al Parlament son prueba de ello", continuó. "El pueblo de Cataluña reclama desde hace años libertad para decidir, y aún así no hemos encontrado interlocutores en el Estado".


"No somos unos delincuentes, no somos unos locos, no somos unos golpistas, no somos unos abducidos. Somos gente normal que pide poder votar y que ha estado dispuesta a todo el diálogo que fuera necesario para hacerlo de forma acordada", dijo ya en español, para luego anunciar la independencia y suspenderla "unas semanas". (Europa Press, Página 12)




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