Selfies, alcohol y morbo: Dos fiestas clandestinas en una fábrica de ataúdes y en un cementerio

A pesar del aumento de casos de coronavirus a nivel nacional, y las restricciones impuestas para evitar contagios, las fiestas clandestinas continúan. El último fin de semana no fue la excepción, aunque los escenarios elegidos por los jóvenes para llevar adelante las fiestas llamaron la atención en las localidades santafesinas de Las Rosas y Armstrong.

Las selfies, el alcohol y el morbo se juntaron en dos "festejos": jóvenes realizaron fiestas en una fábrica de ataúdes y a metros de un cementerio.

El periodista de Las Rosas, Javier D'Abarno, le contó al sitio Aires de Santa Fe que las fiestas clandestinas "ocurren todos los fines de semana; la policía dice que no dan abasto desbaratando estos eventos".

Las imágenes de los jóvenes posando junto a los cajones y sobre ellos se viralizaron rápidamente en las redes sociales y encendieron la polémica en la localidad. "Tomó trascendencia el hecho por las imágenes que rozan el morbo y son de mal gusto. Son jóvenes que todos conocemos en la localidad, chicos que estudian, trabajan, pero bueno, hicieron esto", explicó el periodista local.

En ese lugar había cerca de 90 personas y la policía labró un acta al dueño de la fábrica, que etaba en el lugar y se justificó diciendo que habían realizado un asado con amigos y comenzó a llegar gente.

A poco más de 40 kilómetros de allí, en Armstrong, la fiesta, a la que fueron cerca de 200 jóvenes, se desarrolló a metros de un cementerio, en el cruce de ruta 9 y 178.

Según informaron los medios locales, no hubo detenciones y la policía se limitó a terminar con al fiesta que viola el decreto presidencial.