14/10/2016

Culturas

Una pista: aulla

Adoptó a un pequeño cachorro, pero cuando creció se dio con una sorpresa increíble

Comenzó a dudar meses después de su especie, cuando se dio cuenta de que el animal se comportaba muy extraño.
Adoptó a un pequeño cachorro, pero cuando creció se dio con una sorpresa increíble | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Neo actualmente vive en manada, en California

Un joven que vive en la ciudad de Tucson en Arizona, Estados Unidos, vio en una casa un letrero que decía “se regala perrito”. Como no tenía mascota, decidió adoptarlo. No obstante, después de un tiempo se dio cuenta de que no era un perro, como había pensado: era un lobo.


Específicamente, era un tipo de lobo que se conoce como “wolfdog” o lobo-perro, ya que es un híbrido, por ser el resultado del apareamiento entre un lobo y un perro.


El joven nombró al cachorro Neo, y sólo comenzó a dudar meses después de su especie, cuando se dio cuenta de que el animal se comportaba muy extraño y no como el resto de los canes de su vecindario.


Joven adoptó a un "perro" y luego notó que se comportaba extraño: era un lobo


Primero, notó que Neo estaba siempre nervioso y era muy asustadizo. Luego, se fijó que el “perro” quería estar junto a su humano todo el tiempo y jamás se despegaba de su lado. No le gustaba el contacto con otra gente, así que rehuía de todo el resto.


Además, Neo se escapaba constantemente de su casa para reunirse con perros vecinos, usualmente cavando túneles o saltando la cerca que rodeaba la propiedad. Para evitar esto, cambiaron la reja por otra de malla aún más alta, pero tampoco dio resultado: el animal la mordía hasta romperla y huía igual.


Por algún motivo, Neo necesitaba estar siempre en compañía de otras mascotas, como si quisiera estar en una ¿manada de lobos?


Los vecinos se tomaban con humor los escapes de Neo y lo recibían con cariño, pero su amor no era correspondido: lejos de acercarse a ellos, el “perro” se sentía intimidado por los humanos y no quería comer ninguno de los alimentos para canes que le ofrecían, ni siquiera las más ricas galletas que suelen gustar a las mascotas.


Después de que se registraran muchos episodios como éstos, los humanos de Neo decidieron acabar con sus sospechas y lo llevaron a una agrupación solidaria que atiende mascotas, llamada The Humane Society of Southern Arizona, con el objetivo de que vieran qué le ocurría. Allí por fin les dijeron que definitivamente no se trataba de un perro.


Joven adoptó a un "perro" y luego notó que se comportaba extraño: era un lobo


Maureen O’Nell, que en ese momento era CEO de la organización, el momento en que Neo llegó a atenderse: “una mañana, antes de que nuestro centro de atención abriera al público, estaba afuera con otro funcionario y vi a una pareja acercándose con un canino de piernas muy largas. No fue su estructura física lo que me hizo notarlo, sino su comportamiento. Neo evadía por completo la interacción con los humanos. La pareja que lo llevaba estaba perpleja, por decir lo menos”.

 

“Me acerqué a ellos y les dije ‘saben que eso no es un perro, ¿cierto?’. Ellos respondieron ‘eso mismo nos estábamos preguntando’“, añade.


Entonces, resultó que se dieron cuenta de qué no sólo tenían un lobo-perro como mascota, sino que además estaban incumpliendo la ley, pues en Arizona está prohibido tener este tipo de animales como mascota a menos que seas un indígena americano o tengas un permiso especial.


Por lo mismo, en el centro solidario no podían darle cobijo. Desde la organización contactaron a Wolf Connection, otra entidad solidaria que tiene un santuario para lobos en California. Allí aceptaron darle refugio a Neo, y sus humanos con tristeza decidieron que enviar a su amado “perro” a ese sitio especializado era lo mejor para él.


Joven adoptó a un "perro" y luego notó que se comportaba extraño: era un lobo


Así, esta historia tiene un final feliz: Neo actualmente vive en el santuario en California, donde se integró exitosamente a una manada y puede dar rienda suelta a sus instintos.


Desde Wolf Connection también entregaron algunas recomendaciones a los ciudadanos, para que sepan identificar a los lobos y no cometan el error de tomarlos por perros: la forma más fácil es mirando sus orejas, pues por dentro las tienen cubiertas de pelos, al igual que en la parte del vientre. Además, suelen tener la punta de la cola negra.


En cuanto al comportamiento, se distinguen por evadir a los humanos y ser muy buenas escapándose.







Recomienda esta nota: