16/10/2017

Culturas

La seguridad del internet del mundo depende de 14 personas

Mirá el ritual que realizan para actualizar los códigos de la red de redes.

Los DNS son uno de los elementos clave para conseguir que Internet funcione como debe. Los Domain Name System convierten  en direcciones IP numéricas que los ordenadores puedan entender, lo que convierte a esta tecnología en la llave maestra de Internet.

Las llaves de acceso a los ordenadores que controlan el DNS son única y exclusivamente controladas por la ICANN. Se trata del organismo que protege Internet, y como si de una película de espías se tratase, lo hace con 7 llaves de acceso a su ordenador principal que reparte entre 14 personas. Los auténticos guardianes de la red de redes.

Cada tres meses desde el 2010, los guardianes de las siete llaves se reúnen para realizar una especie de ritual de seguridad en el que se actualizan y verifican las claves que les permiten tener acceso al dispositivo que genera todas las claves maestras de Internet, las claves con las que acceder a la base de datos principal del ICANN.

¿Y qué pasaría si alguien con malas intenciones consiguiera acceder a esta base de datos del ICANN? Pues básicamente que tendría el control de Internet, y que por ejemplo podría enviarnos a direcciones fraudulentas cuando escribiéramos la URL de una web. Podemos imaginarlo como un phishing a niveles épicos, puedes escribir la dirección de tu banco y que te lleven a una cuenta fraudulenta en la que te roban las credenciales.

La ICANN tiene siete llaves físicas que reparte a catorce personas, de las cuales siete son portadores "titulares" y los otros siete se quedan como suplentes. Estas llaves dan acceso a cajas de seguridad, dentro de las cuales están las tarjetas criptográficas con las que generar una nueva SKR (Signed Key Response), la cual a su vez contiene nuevas claves que habrá que distribuir por Internet para asegurar los sistemas DNS.

Pero el proceso no es tan sencillo como parece, ya que antes de llegar al ordenador principal para generar la nueva SKR hace falta pasar todo un ritual de seguridad. Los portadores de las llaves tienen que superar una serie de puertas bloqueadas con claves de acceso y escáneres de manos hasta llegar a una sala asegurada para que no se puedan realizar comunicaciones electrónicas, y en esa sala es donde se actualizan las claves.

Todo el evento está guionizado, y es grabado y auditado metódicamente. Es más los pasos que tienen que seguir los participantes han sido descritos y distribuido entre los asistentes y participantes para que cualquiera pueda detectar que algo no se está haciendo como debería. Una vez acabada la ceremonia todo es más casual y los dueños de Internet se van de cena a un restaurante.

En un ejercicio de transparencia, la ICANN publica los guiones de cada ceremonia y la retransmite por streaming a todo el mundo para que todo el que quiera pueda ser testigo de cómo se escenifica el cuidado de la red.





Recomienda esta nota: