19/05/2018

El mundo

Inglaterra

El mundo se detuvo para presenciar la boda del príncipe Harry y la actriz Meghan Markle

El casamiento se realizó en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, con más de 2 mil invitados, y más de 100 mil fanáticos en los alrededores.

Una nueva boda real paralizó al mundo este sábado por la mañana, con millones de personas siguiendo por los televisores las alternativas de la unión entre el príncipe Harry y la actriz norteamericana Meghan Markle.

Harry, de 33 años, y Meghan, de 36, se conocieron por una amiga en común que organizó una cita a ciegas en 2016 en Londres.

Markle además de ser mayor que él, es también divorciada, por lo que generó polémica entre los sectores más conservadores de Inglaterra.

De padre blanco y madre afroamericana, es conocida por sus campañas humanitarias y de igualdad de género.

La ceremonia se realizó pasadas las 12.30 (8.30 en Argentina) con la actriz estadounidense Meghan Markle en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, en cuyos alrededores se apostaron decenas de miles de personas que siguieron la ceremonia a través de pantallas gigantes.

La novia llegó al altar de la mano del príncipe Carlos, padre de Harry y William, y ofició la boda el reverendo David Conner, decano de Windsor, aunque antes brindó un encendido discurso el obispo afroamericano Michael Bruce Curry, de la Iglesia Episcopal de Estados Unidos, que habló de la pareja y el "poder del amor".

Tras las palabras de Bruce Curry, el coro de gospel The Kingdom Choir interpretó una versión del clásico "Stand by me", que en 1961 cantó por primera vez el norteamericano Benjamin E. King.

Luego, la pareja dio el "sí" frente al altar, intercambiaron los anillos y Conner "los proclamó marido y mujer. Lo que ha unido dios nadie podrá separarlo", cerró el reverendo en la Capilla de San Jorge, ante unos 600 invitados.

Las decenas de miles de asistentes presenciaron la ceremonia en un silencio sepulcral, sentados en el pasto y a lo largo de la avenida The Long Road, que se extiende por unos 4 kilómetros y finaliza en el ingreso principal del lugar de la ceremonia.

La llegada de Doria Ragland, madre de Meghan, despertó fuertes aplausos del público, que también vivó el arribo de su hija y del resto de los integrantes de la monarquía, incluso la reina Isabel II, de 92 años.

Tras la ceremonia, la pareja participó de una procesión de carruajes y saludó a los asistentes a la pequeña localidad de Windsor, ubicada a 34 kilómetros de Londres. (Télam)






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