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Cuatro consejos para antes de y uno para después de
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Cuatro consejos para antes de y uno para después de
1 Báñese. Ella alabó su aroma, puede ser, pero no se la crea. Por las dudas, péguese una buena jabonada y la pasarán mejor. De ser posible llegue con las uñas de pies y manos cortadas, los dientes cepillados y peinado ¿Quiere bañarse con ella?, picarón, picarón, ¿eh?
2 No sea guarango. ¿Qué es eso de decirle “vamo los bifes, mamita” o “vení que te destrozo”? Sea atento, no deje que ella cierre la ventana o le saque los timbos. Es más, usted debe pelarle los lienzos a ella, bien despacito, va a ver qué lindo.
3 Por favor, no cuente un chiste: ya sé, está buenísimo, pero igual no. Si quiere hágalo después de. Tampoco chistes verdes o de doble sentido. Déjelos para la oficina, el asado con los muchachos del taller, no sé, pero no con ella ni en ese momento. Menos si es la primera vez.
4 Otra cosita, si no quiere en el suelo o contra la ventana, aguante un cachito y llegue hasta la zapie. Al fin y al cabo, ella no es Glenn Close, pero usted tampoco es Michael Douglas ni están en Atracción Fatal.
5 No es una maratón. A ellas les interesa calidad, no cantidad. Sea considerado, atento, comedido, generoso. Antes de calzarse el zolcillonca de nuevo, siempre dé las gracias. Entréguele el bombón que le compró para después de. Respire hondo, siéntase dichoso.
