23/07/2020

Sucesos

POLÉMICA

Un cura imputado por abusos sexuales daba misas por Facebook

Ocurrió en Santiago del Estero, y el cura tenía prohibido todo ejercicio del ministerio sacerdotal durante seis meses, pero lo incumplió.

En agosto del año pasado y enero del corriente, dos mujeres oriundas de Bandera acudieron a la Justicia para denunciar los abusos a los que fueron sometidas por parte del sacerdote Carlos Dorado. Ya en 2013 habían hablado con el entonces obispo de la Diócesis de Añatuya, monseñor Adolfo Uriona, quien las trató de “enfermas” según relataron las víctimas a la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesial en Argentina.
Según un informe de la revista La Columna, en 2017 el mismo obispado les comunicó que encontraron “culpable” al sacerdote, por lo que le prohibieron: todo ejercicio del ministerio sacerdotal durante seis meses, ejercer el oficio de párroco por el término de 10 años y las confesiones a menores de edad por un año.
Luego de ello, debía hacerlo “ante la presencia de otras personas”. Además, le recomendaron una “adecuada terapia psicológica”, de acuerdo al documento que lleva las firmas de Uriona, ratificadas hoy por el actual obispo de la Diócesis, José Melitón Chávez.
Los hechos, que fueron reiterados, tuvieron lugar hace más de diez años, cuando las víctimas tenían tan solo 15 y 16 y participaban de las actividades de la iglesia en su ciudad.

En agosto del año pasado y enero del corriente, dos mujeres oriundas de la ciudad santiagueña de Bandera acudieron a la Justicia para denunciar los abusos a los que fueron sometidas por parte del sacerdote Carlos Dorado.

Ya en 2013 habían hablado con el entonces obispo de la Diócesis de Añatuya, monseñor Adolfo Uriona, quien las trató de “enfermas”, según relataron las víctimas a la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesial en Argentina.

Según un informe de la revista La Columna, en 2017, el mismo obispado les comunicó que encontraron “culpable” al sacerdote, por lo que le prohibieron: todo ejercicio del ministerio sacerdotal durante seis meses, ejercer el oficio de párroco por el término de 10 años y las confesiones a menores de edad por un año.

Luego de ello, debía hacerlo “ante la presencia de otras personas”. Además, le recomendaron una “adecuada terapia psicológica”, de acuerdo al documento que lleva las firmas de Uriona, ratificadas hoy por el actual obispo de la Diócesis, José Melitón Chávez.

Los hechos, que fueron reiterados, tuvieron lugar hace más de diez años, cuando las víctimas tenían tan solo 15 y 16 y participaban de las actividades de la iglesia en su ciudad.

Hoy, el cura está imputado por uno de estos delitos, pero aun así continúa oficiando misas a través de las redes sociales, desde la capilla Santo Cristo, en la localidad de Santos Lugares, Departamento Alberdi.

No obstante, la cuenta de Facebook https://www.facebook.com/parroquia.santocristo.9 donde estaban cargados los videos de las misas, ya no está disponible.





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