25/07/2017

Argentina

Un jugador dejó el fútbol para donar parte del hígado a su sobrino de 9 meses

Se trata de Alejandro Benítez, delantero de Central Larroque de Entre Ríos, quien no dudó en someterse a la operación al conocer que era el único compatible con el pequeño, afectado por una obstrucción biliar.
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Lulo y Milo, unidos por la sangre. Foto tomada de Telefé Noticias

Alejandro Benítez es un jugador de fútbol que siempre vistió la camiseta de Central Larroque, de Entre Ríos, club de la categoría Federal C de Argentina, con el cual ha dado varias vueltas olímpicas como goleador.


Hace poco más de una semana Benítez, conocido en sus tierras como Lulo, donó parte de su hígado a su sobrino Milo, hijo de su hermana Nataliai.


Milo tiene tan sólo nueve meses y sufre de obtrucción biliar casi desde su nacimiento. Pese a los tratamientos, los médicos revelaron que la única manera de salvarle la vida era con un transplante de hígado y resulta que Alejandro, su tío futbolista de 30 años, era el único compatible.


El pequeño presentaba una arteria biliar desde su mismo nacimiento, una malformación que generó una obstrucción en los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula y había generado complicaciones que pusieron en riesgo su vida.


Pese a que se le realizaron diferentes estudios e inclusive una intervención aplicando la técnica de Kasai, buscando solucionar su problema, la necesidad del trasplante fue imperiosa y ahí apareció en escena el Tío Lulo, que no dudó un instante.


"Nunca dudé en donarle parte de mi hígado a Milo, no me importó nada. Sabía que era compatible y no lo dudé", contó Benítez a medios locales.


Sobre su evolución, Alejandro sostuvo: “todavía estoy un poco dolorido, los primeros días estuve entubado y con sueros, pero cuando me los fueron sacando y empecé a alimentarme por boca la cosa fue cambiando. Igualmente como que la ficha me cayó después de la operación, tuve un ataque de nervios, quería ver a Milo, pero todavía lo estaban operando. Recién cuando lo pude ver conseguí tranquilizarme, no sé bien lo que me pasó, pero la sensación que sentí cuando pude ver a Milo después de su operación fue algo increíble”.


Lulo ya tiene el alta médica. El viernes llegó a Larroque y fue recibido como un héroe. Hubo abrazos, carteles de agradecimiento y mucha emoción por parte de amigos y familiares. La vida le tiene preparada otra alegría, porque será padre en algunos meses. Quizá como un regalo inesperado.


El fútbol seguirá siendo parte de su vida, pero no dentro de una cancha. “Ahora será tiempo de alentar desde el otro lado del alambre, con el mate”, dijo Lulo, agregando “la mejor sensación será cuando pueda ir a la cancha con Milo”. (Telefé Noticias)








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