23/10/2018

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Nunca visto: Banfield le empató el partido a Belgrano en una avivada insólita

Lo ganaba el local, pero el árbitro cobró una infracción inesperada en el último segundo y Cvitanich durmió a todos.

Fue un partido emocionante y entretenido jugado en Córdoba, que tuvo un final inesperado y pocas veces visto en el fútbol argentino. Belgrano y Banfield empataron 1 a 1 en un encuentro con muchas llegadas en los dos arcos donde los arqueros fueron figura.

Cuando parecía que Belgrano se llevaba la victoria, apareció la jugada de la polémica en el tercer minuto de adición del segundo tiempo, algunos sostienen que fue error del árbitro, otros creen que se trató de una desintenligencia del arquero César Rigamonti, pero Darío Cvitanich estuvo más despierto que todos y habilitó a Julián Carranza para poner el resultado definitivo en la última jugada.

Todo lo que pasó en esos segundos fatales está a continuación…

 

A los 45 minutos el cuarto árbitro indica cuatro minutos más de adición.

A los 48 minutos y 44 segundos Arboleda lanza la pelota desde su terreno al área de Belgrano.

A los 48 minutos y 48 segundos Rigamonti toma la pelota.

A los 48 minutos y 50 segundos Espinoza le hace el gesto a Rigamonti para que juegue la pelota.

A los 48 minutos y 52 segundos Rigamonti va a discutir (con la pelota en la mano) con Civelli, que le estaba reprochando a Menosse por pedir infracción.

A los 48 minutos y 59 segundos Cvitanich saca a Rigamonti de la discusión con Civelli.

A los 49 minutos y 3 segundos Cvitanich le dice algo a Rigamonti mientras señala hacia el medio campo.

A los 49 minutos y 6 segundos el árbitro Espinoza sanciona falta por retención de Rigamonti.

A los 49 minutos y 11 segundos Rigamonti le da la pelota a Cvitanich.

A los 49 minutos y 12 segundos Cvitanich juega la pelota rápido para Julián Carranza.

A los 49 minutos y 14 segundos la pelota entra y es gol de Banfield.

 

¿Se equivocó el árbitro? ¿Se equivocó el arquero? La respuesta depende de en qué punto se haga el corte de la historia.

Fue 1-1 en el Gigante de Alberdi, donde además de la preocupación por el promedio, quedó una marcada sensación de despojo.

 

 




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