San Martín de Tucumán: Una nueva derrota que enciende las alarmas

La derrota de San Martín de Tucumán ante Guillermo Brown dejó en claro la falta de soluciones inmediatas del equipo. La multitud expresó su descontento con silbidos cuando los jugadores se retiraban al vestuario, debido a la paupérrima imagen que el equipo transmite en la cancha. 

El equipo no juega bien, tiene poca posesión de la pelota y comete errores infantiles en defensa que le cuestan goles. Además, su registro en goles es muy bajo, lo que indica que el equipo tiene problemas en generar oportunidades de gol. 

El técnico Iván Delfino intentó cambiar la dinámica con un triple cambio, pero la suerte no acompañó al equipo y un error en ataque terminó en un gol en contra. El intento de tiro lejano del mediocampista en lugar de un pase por la banda derecha para terminar con un centro fue un grave error en una jugada clave. 

Ese remate débil fue interceptado y generó una contraataque, mientras San Martín se encontraba totalmente volcado al ataque. A la mala defensa se sumó la desafortunada caída de Juan Orellana tras resbalar. 

Luego llegó un centro al área y Martín Pino simplemente tuvo que cabecear para marcar el primer gol. El ambiente se volvió aún más hostil con los cánticos de la hinchada exigiendo más esfuerzo del equipo. 

En ese momento, el resto del partido se volvió aún más difícil para un equipo al que todo le sale mal. Parecía imposible que pudiera igualar el marcador incluso si tuviera cuatro partidos seguidos. Los ataques eran desesperados y los rebotes nunca le favorecían. Claramente, el presente en el campeonato no es resultado de la casualidad.

La síntesis

El viernes por la noche, San Martín de Tucumán recibió a un rival que, en teoría, era más débil que los anteriores equipos que habían visitado La Ciudadela. Sin embargo, Guillermo Brown logró explotar las debilidades del equipo local y lo dejó en evidencia. 

Al final del partido, el equipo tucumano estaba completamente desorganizado, y ni siquiera la energía de sus seguidores pudo impulsarlo a remontar el marcador. 

Si el equipo visitante hubiera querido, podría haber ampliado su ventaja, pero optó por esperar sabiendo que San Martín no era capaz de crear situaciones de peligro.

Entonces, ¿qué sigue? ¿Cómo puede San Martín salir de esta situación? ¿Qué necesita el equipo para cambiar su presente, que incluso el hincha más pesimista no imaginaba? Son preguntas difíciles de responder, tanto como la capacidad del equipo para generar juego. Pero los hinchas están hartos de un equipo que no produce nada.

Es momento de detenerse, analizar la situación y tomar medidas drásticas. La afición desaprobó una actuación que sugiere que este ciclo está llegando a su fin.