Sacaron baldosas con los pañuelos blancos de Plaza de Mayo

En el marco de las tareas de remodelación que lleva a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la Plaza de Mayo, las baldosas en las que están dibujados los pañuelos blancos que identifican a las agrupaciones de Madres de los desaparecidos de la dictadura argentina fueron removidas esta semana, en lo que fue interpretado por los organismos de derechos humanos como una nueva afrenta material y simbólica contra la memoria de los desaparecidos.

Las primeras baldosas levantadas fueron entregadas a las Madres, que las llevarán al museo de la memoria que funciona en la antigua sede de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los centros de tortura de la dictadura de 1976 a 1983. Nuevas losas serán colocados una vez terminadas las obras de refacción y sobre ellas se pintarán nuevamente los pañuelos blancos, aseguró el gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Sin embargo, la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, advirtió hoy que las modificaciones en la histórica plaza encaradas por el Gobierno de la Ciudad tienen como objetivo el “achique” de los lugares donde habitualmente se realizan las manifestaciones populares.

Bonafini agradeció a los “trabajadores que han cuidado las placas con los pañuelos”, que serán exhibidas en el museo de la Memoria en la ex Esma. “Nos vamos a llevar todo lo que podamos porque esta plaza tiene historia y la historia la tenemos que conservar nosotros porque ellos la quieren borrar”, apuntó.

Acompañada por una nutrida concurrencia, la marcha 2076 de las Madres tuvo un condimento especial, con la plaza rodeada de vallas amarillas y en plena obra. Bonafini aprovechó la ocasión para criticar a “algunas organizaciones de derechos humanos que no vinieron a la plaza cuando nos pegaban, y que ahora aparecen porque les da prestigio”.

“No se puede borrar la historia haciendo la plaza de nuevo”, advirtió Hebe. “Las Madres vamos a seguir viniendo. Hemos recopilado todas las cartas que nos escribieron los presos. Vamos a sacar un libro. Hay que trabajar para construir la memoria, la patria... Qué responsabilidad tenemos... Nada es chiquito. Con granitos de arena podemos hacer pirámides, no abandonemos, no nos cansemos”, exhortó.

Sobre la remodelación misma de ese lugar de la plaza que fue declarado sitio histórico en 2005, Bonafini denunció que el Gobierno “la quiere achicar para que entre menos gente, pero no importa, ya vamos a inventar algo. La pelea es grande. Vamos a seguir en la pelea, seguimos considerándolo enemigo a (Mauricio) Macri”, concluyó. (AFP; PáginaI12)