19/05/2023

Tucumán

Economía

Crece la inquietud por el deterioro económico de la clase media en Tucumán.

Estudio revela que una familia tipo precisa de al menos $330,000 al mes para evitar la pobreza.

Una familia típica en Tucumán necesita al menos $320.000 al mes para cubrir todos sus gastos, según la Encuesta de Gastos de Hogares. Esto equivale a dos canastas y media básicas totales (CBT), que establece el límite de ingresos para no ser considerado pobre.

Un informe de la Dirección de Estadística de la Provincia muestra una tendencia socioeconómica consolidada debido a la alta inflación que ha afectado a los tucumanos en los últimos años. 

En los sectores con mayor poder adquisitivo, se observa una actitud más cautelosa hacia el consumo, mientras que en la clase media hay un empobrecimiento gradual. En los sectores más vulnerables, la situación se ha estabilizado gracias a los programas de asistencia del Estado, lo que evita que los índices de pobreza e indigencia sean más altos que los mostrados en las estadísticas oficiales.

Los hogares con ingresos tienen un ingreso total familiar promedio de $139.249 en el cuarto trimestre de 2022, muy cerca del valor de la Canasta Básica Total que, en ese momento, era de $133.416 para un matrimonio con dos hijos pequeños (hoy se estima en $178.161 mensuales). 

La brecha de ingresos entre los hogares, según el ingreso total familiar, es de 11. Esto significa que, en promedio, por cada peso que recibe un hogar en el decil de menores ingresos, un hogar en el decil de mayores ingresos recibe 11 pesos, según el informe dirigido por el economista Raúl García.

Después de la pandemia de Covid-19, que comenzó en 2020, la brecha de ingresos se ha reducido hasta alcanzar esa cifra de 11. Las familias ubicadas en el decil más alto tienen un ingreso medio de $372.952 al mes, mientras que las del decil más bajo registraron un ingreso de $32.477 al cierre del año pasado. 

Con base en esta escala de ingresos, se estima que aproximadamente el 37% de las familias en el área urbana de la provincia tienen ingresos superiores a la CBT y, por lo tanto, se consideran parte de la clase media tradicional, mientras que un 12% de la población se clasifica como clase media alta.

Casi un 12% puede representar lo que sería la clase media baja

Aproximadamente un 12% de la población puede considerarse parte de la clase media baja, lo cual implica una vulnerabilidad en sus ingresos. 

Estas personas pueden entrar y salir de la pobreza dependiendo de lo que ganen en el mes y de su capacidad para encontrar otro empleo que les permita subsistir y evitar caer en la pobreza. El 39% de los grupos familiares restantes en la escala de ingresos corresponden a personas pobres e indigentes.

Según los datos oficiales al cierre de 2022, el 43,5% de la población en el área metropolitana de Tucumán-Tafí Viejo se encuentra en situación de pobreza, lo cual representa a 398.304 personas de un total de 914.605 habitantes en esa zona urbana. 

Los programas sociales estatales se enfocan en esa población, y gracias a la suma de los ingresos familiares y los subsidios, estos beneficiarios pueden hacer frente a la crisis inflacionaria y tener un mayor poder adquisitivo.

"Los programas de asistencia han seguido el ritmo de lo que podría considerarse un Salario Mínimo, Vital y Móvil. Gran parte de esos ingresos se destina a cubrir el costo de alimentos, a diferencia de la clase media, que tiene otras necesidades", afirma Daniel Abad, director del Centro de Estudios Económicos y Sociales del NOA (Cesnoa).

La clase media tradicional ha sentido el impacto general del constante aumento de los precios, lo cual ha erosionado su calidad de vida y la ha empobrecido debido a la política económica del país, según indica el consultor. 

En este contexto, Abad detalla que estas familias están pendientes de las negociaciones salariales en el sector privado, ya que, a excepción de los camioneros y los bancarios, el resto de los trabajadores están por detrás de la inflación. 

"Una familia de clase media compra un vehículo a plazos; por lo tanto, sufre el efecto del aumento de esas cuotas mensuales", explica. Además, se ven afectados por el aumento del combustible y el alquiler de estacionamientos, ya que dependen de sus vehículos para ir a trabajar.

La calidad de vida de la clase media se encarece aún más si tienen hijos en colegios privados, ya que las cuotas mensuales han experimentado un incremento promedio del 4% anual. Otra característica de estas familias es que no reducen tanto sus gastos en ropa. 

En este aspecto, la indumentaria y el calzado han experimentado un aumento interanual del 128%, casi 23 puntos porcentuales por encima de la inflación en ese período. Además de todo esto, la clase media tradicional está perdiendo los subsidios debido a la actualización de las tarifas de los servicios.




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