25/11/2021

Argentina

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A un año de la muerte de Diego Maradona: Las causas del deceso, la investigación judicial y sus restos

El 25 de noviembre del 2020 el mundo se veía conmovido por la noticia de la muerte del astro futbolístico.

Diego Maradona murió a los 60 años el 25 de noviembre de 2020. La autopsia al cuerpo del excapitán y exseleccionador de Argentina determinó que murió como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”. También se descubrió en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.


El campeón del mundo en México 1986 padecía problemas de adicción al alcohol, había sido ingresado en una clínica de La Plata el 2 de noviembre de 2020 por un cuadro de anemia y deshidratación y un día después fue trasladado a un sanatorio de la localidad bonaerense de Olivos, donde fue operado de un hematoma subdural por un equipo comandado por el neurocirujano Leopoldo Luque.

El 11 de noviembre Diego Maradona recibió el alta hospitalaria y se trasladó a una casa en un barrio privado de las afueras de Buenos Aires, donde falleció el 25 de noviembre.

Además, Maradona padecía un severo cuadro de depresión. Y su desmejoramiento físico había quedado en evidencia en público el día de su cumpleaños 60, el 30 de octubre, cuando transitó a duras penas por el campo de juego de la cancha de Gimnasia La Plata.

Maradona había tenido un severo cuadro cardiológico en 2000, cuando se descompensó en Punta del Este. Desde entonces, los médicos decían que su corazón funcionaba en un 38 por ciento, según publicó Clarín.

Al mismo tiempo, Diego Maradona tenía el hígado en mal estado producto del excesivo consumo de alcohol en los últimos años de su vida.


Y lo último que se supo fue que su corazón fue extraído para análisis propios de la causa que investiga su muerte. El dato es que el corazón de Diego pesaba el doble de lo que pesa habitualmente el corazón de la mayoría de las personas.

Cómo está la causa que investiga su muerte

La causa se dirime en los Tribunales de San Isidro, en los que la justicia brindó un plazo hasta el 14 de diciembre para que los fiscales envíen el caso de la muerte de Diego a juicio, aunque los planteos que se hagan pueden dilatarlo cuatro meses más, por lo tanto, no se excederá del 14 de abril del año próximo.

Hasta el momento, la investigación llevó a declarar a 80 testigos y a tener un expediente de 40 cuerpos, por lo que los fiscales en lo penal de San Isidro se aprestan a elevar la causa a juicio, con la intención de que sean juzgados los siete imputados que tiene el caso por el delito de homicidio con dolo eventual, es decir, que no hubo intención de cometer el delito pero los implicados deberían haberse representado las consecuencias que podrían ocasionar con su accionar.

Además, este tipo de delito implica una pena de 8 a 25 años, al igual que en los casos de homicidio simple.


Quiénes irían a juicio por la muerte del Diez

La decisión de los fiscales de los Tribunales de San Isidro es acusar y que vayan a juicio por homicidio con dolo eventual las siguientes personas:

- El neurocirujano Leopoldo Luque

- La psiquiatra Agustina Cosachov

- El psicólogo Carlos Díaz

- El enfermero Ricardo Almiron

- La enfermera Dahiana Madrid

- El jefe de enfermeros Mariano Perroni

- La coordinadora médica de Swiss Medical Nancy Forlini


Dónde están sus restos y cómo se cuida la tumba

Los restos de Diego Maradona fueron sepultados en una ceremonia íntima, junto a las tumbas de su mamá Dalma Franco, conocida como “Doña Tota”, fallecida en 2011; y su papá Don Diego Maradona, quien murió en 2015.

Actualmente, el acceso al público no está permitido al sitio en el que está el cuerpo de Maradona. En esa ceremonia, según se supo, no había placas aunque luego sí aparecieron dos, según publicó Olé. Esas placas se conocieron días después del fallecimiento de Diego. Una decía “Gracias a la Pelota” y la otra “Te extrañamos”.

El diario La Nación publicó un informe sobre el sitio en el que descansan los restos de Diego Armando Maradona. Detalló que la tumba tiene cámaras de seguridad.

A pocos metros de las llamas que salen de su parrilla desmontable, está enterrado Diego Maradona. Detrás de ella, asoma un mural del artista Damián Ferro que lo ilustra a Diego con la 10 y la cinta de capitán, mientras las nubes se abren y él camina hacia el cielo azul. “Acá descansa D10S”, se lee en la pared. En uno de los laterales hay, entre imágenes del ídolo con las distintas camisetas que vistió, una línea punteada que muestra el recorrido que hizo el “genio del fútbol mundial” luego de recibir el pase de Héctor Enrique hasta que amagó al arquero Shilton y convirtió, en el Mundial de México 86, el mejor gol de la historia. “¿De qué planeta viniste?”, se preguntaba durante el festejo de ese gol el relator, Víctor Hugo Morales.

El Ministerio de Seguridad de Buenos Aires dispone de móviles de la policía durante las 24 horas. Y los cuidadores del lugar reconocen que tienen “visto” a los familiares de Maradona que tiene permitido el acceso y que han tenido que evitar que los no allegados pasen por ahí.

Uno de los cuidadores del lugar contó que Diego Armando Maradona solía ir “seguido” al lugar en el que ahora está él. “A veces estaba horas llorando a sus padres”, relató Hugo Gómez, de 50 años a La Nación. Esa misma persona contó que Dalma y Giannina son las habituales visitantes.




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